OPINIÓN Marro
Lucha leonesa y modernidad
...O lo que es lo mismo, la modernización de la Lucha Leonesa ¿A qué se espera? Modernización, actualización, equiparación cualitativa - como analizábamos hace un par de semanas- pero también cuantitativa: cuántas Licencias, cuántas competiciones... Cifras que abochornas y ya no digamos si se comparan con las de la Lucha Canaria. Reto, objetivo también prioritario, «equiparación canaria» en ambos planos cualitativo y cuantitativo. Pero si se sigue llevando a la lucha con la mentalidad del aluche de la boina, es decir «a gorrazos», lo suyo serían también a los implicados «correrlos a corrazos». A los (i) responsables y a los (in)felices de que así se (des)haga. Qué poco se ha copiado de la experiencia de la lucha canaria,, hace 50 años al nivel actual de la muestra. Claro que mientras el influjo canario se siga percibiendo a través de la excursión aluchera en invierno ó recibiendo a modo de espontáneos luchadores excursionistas de las Islas. Y ya por no hablar en concreto de la «modernidad» de la imagen de la lucha. De la imagen en general -escenificación/puesta en escena- ya nos venimos ocupando con reiteración. Particularmente sobre otros aspectos más ó menos pendientes de rematar. Semiligeros. Lo ideal sería incorporar varias categorías más, pero cuando menos Semiligeros se hace inaplazable: los más perjudicados por sus sesentaypocos kilos y aún menos: los mas impulsadores de la Cantera por su -generalmente- escaso peso ligado a escasa edad (en general, reiteramos); los que más abundan como se demostró hace 30 años y sin que se resienta numéricamente Ligeros (como está sucediendo con semipesados/pesados); los más vistosos como también se demostró en su día y como nadie duda etc, etc. Tercer puesto. Rectificar - aunque hubiera de ser asambleariamente- es de sabios. Ya no importa tanto el reconocimiento expreso del error. Si nó disputa, el tercer puesto, resulta inconcebible en cualquier modalidad deportiva de similares características. Si para la nó incorporación de Semiligeros la justificación es tan impresentable é insostenible como el obligado retoque ajuste general de premios (todas las Categorías), para la anulación de la disputa del tercer puesto la justificación era un ahorro de tiempo que acaba resultando irrelevante en el conjunto de el duración - insoportable en general - del corro. Colegio de árbitros. De poco sirve que se relacione con normativa «racional y razonable» como se introdujo felizmente para el reciente ribera/montaña con la nó penalización del soltarse y la aplicación de la Ley de la Ventaja (tampoco importa demasiado «el reconocimiento»), si luego los seudoárbitros éstos lo asimilan mal y lo interpretan peor (para sacar provecho basta con ser «aprovechao» y no hace falta llegar a listo -«el más listo»- y menos aún a inteligente). Somos conscientes de que nos repetimos cuando decimos lo del borrón y cuenta nueva, pero nó vemos otra solución. Y a continuación 1) Juez-árbitro único. 2) Jerarquizar estructura organizativa 3) Seleccionar con criterio de capacidad / personalidad/ vocación... y a ser posible sin experiencia y sin que procedan del mundo de la lucha 4) Formación continuada en orden a coordinación y unificación de criterio 5) Bien retribuidos 6) Imagen en cuanto a aspecto externo, presentación y modales. Árbitro único. «Las ventajas de la duplicidad ya han venido siendo constatadas y contrastadas. Eso sí, nuca dirigiendo dos corros consecutivos el mismo Colegiado. Y vaya el apelativo de colegiado o juez-árbitro de cara a unificar también semántica y a dignificar denominación. Y al hilo de la «actualización arbitral reglamentaria» alguna acotación en torno a pasividades y empates. Amonestación pasvividad. Tan sólo a los pseudoárbitros actuales se les puede ocurrir apercibir de pasividad a un sólo contendiente: señal inequívoca de que el otro está atacando y consecuentemente el combate no es pasivo. Cuando se dá la pasividad es porque ambos luchadores la propician y el apercibimiento siempre ha de ser a los dos. Fallo a los puntos. En clave de acotación reglamentaria a) con empate a cero: el juez-árbitro si nó lo tiene claro ha de consultar con el Colegiado Suplente - ubicado en la Mesa del jurado- y que ejerce excepcionalmente de Colegiado-auxiliar b) empate con puntuación: también «Fallo a los Puntos» (é igualmente con apoyo del arbitro-auxiliar llegado el caso) y con más motivo que en el caso anterior al haber más elementos de juicio evaluador. Lo de clasificar al que dió la 1ª caida tan sólo es una forma de salir del paso, pero encima mucho más antiespectáculo y propiciadora de mando a quien dá la última; se está incitando a quién vá detrás a atacar para tratar de anotar y porque de nada le sirve actuar é igualar con un empate inútil. En cualquier caso, cada caída 1ª ó última, y al margen de que se siga optando por la opción más a contrapelo del espectáculo y de la lógica, todo el mundo sabe que se trata de una concesión a los seudoárbitros para evitarles el compromiso de pronunciarse.