«Estoy acostumbrado a que me reciban con fiesta»
-Los recibimientos que le han dispensado tradicionalmente en los clubes que ha ido dejando atrás siempre son un poco particulares. ¿Se acostumbra uno a eso?
-Sí, sí. Si es que en realidad casi es parte del espectáculo. Yo ya sé cómo funciona ésto, y de qué va el tema, y lo acepto como parte del juego, y punto. Ya estoy acostumbrado a que me reciban con «fiesta» y tampoco tiene nada de particular. Sabemos lo que hay. -¿Cómo se encuentran en materia física? -Bien, bien, estamos bien. Ya sabemos que éste es un equipo veterano y que tiene su propio ritmo, pero el calendario nos carga mucho a estas alturas de la temporada y vamos un poco justos. Nos hemos metido unas palizas de viajes curiosas, y ha habido veces que te carga más psicológicamente que físicamente, porque lo de Ucrania fue una odisea, y no sabes si vas a jugar o no, y te pegas la paliza, y cuando acabas de terminar de jugar, vuelves y tienes otros dos partidos la semana siguiente. Yo creo que de momento, no hemos tenido momentos especialmente brillantes, lo único que hemos hecho es cumplir con los resultados que teníamos que sacar, y nuestro verdadero momento llegará un poco más adelante. Quizá hubiera sido mejor llegar un poco más frescos a estas alturas. -La Copa de Europa ¿es el gran sueño de este año? -Es que va a estar muy dura. Me parece muy fuerte que cuatro semifinalistas del año pasado estén en el mismo cruce.