Baloncesto León logra su octava victoria en la liga al imponerse ante el Melilla (74-56)

León arrancó el partido con toda la concentración e intensidad posible, y arrolló en los primeros instantes a Melilla. Pero un apagón en parte de la iluminación del Palacio paralizó el partido durante unos diez minutos. Antes, Melilla había sufrido dos problemas graves. Su base titular Harris y su artillero Anderson había sufrido sendos tropezones que les dejaron tocados. Tras volver la luz, León se enfría y pierde tres ataques consecutivos, pero logra entonarse rapidamente y empieza a abrir brecha. Dos contraataques consecutivos de Sony Vázquez y Brown abren un 19-4 en el marcador, a dos minutos para concluir el tercer cuarto, que hace disfrutar al público. Vázquez había roto el quinteto habitual (Larragán, Tchiloemba, Jorge García y Brown) en sustitución de Julio. Melilla sólo había anotado cuatro puntos en 8 minutos (21-4), pero el equipo despertó y consiguió un parcial de 0-7 para cerrar el primer cuarto con un (21-11) más «razonable». El equipo visitante mantuvo su buena racha en el comienzo del segundo cuarto, en el que León se perdió en la pista. Melilla anotó otros seis puntos consecutivos y se acercó en el marcador. El equipo local anotó tímidamente, pero Melilla llegó a ponerse uno arriba (29-30) al cerrar un parcial de 8-19. Los puntos locales sólo llegaban en esporádicos contraataques. León naufragaba por la pista. Su defensa había perdido enteros y los cambios frenaban aún más al equipo. El ataque era espeso y los nuevos cambios no producían los efectos deseados. Pero el ritmo cambio totalmente en los últimos instantes de este segundo cuarto. León perdía de uno a falta de un minuto y aprovechó esos sesenta segundos al máximo. Tras una primera canasta que pone a León arriba, Julio González se enfrentó a su temida línea de tiros libres y anotó el primero, pero su fallo en el segundo propició una canasta de Evans, que capturó el rebote. Sobre la sirena, Julio anotó desde el centro de la cancha y elevó la diferencia a siete arriba. Tras el descanso, León se entonó desde el primer momento y Melilla volvió a desaparecer de la pista. La defensa local, la mejor mostrada en todo la liga en casa, frenaba totalmente a los aleros de Melilla, Juanma Rodríguez y Schutte. El equipo visitante derivaba todo su juego hacia el ex jugador de León, Michael Wilson, que anotó mucho pero fue insuficiente su trabajo. Los de Salvo abrían brecha de nuevo en el marcador. Larragán tuvo que abandonar la pista al cometer su cuarta personal y aunque León no realizaba un juego brillante en ataque sí era eficaz. La única leve aproximación en el marcador que protaganizó Melilla (51-40) la resquebrajó César Alonso con un triple. Tchiloemba participa activamente en ataque y anotaba, y en defensa capturaba fácilmente el rebote. El tercer cuarto se cerró con una gran ovación para Julio González, que anotó dos tiros libres, que abrieron una diferencia de 17 puntos, aunque Melilla aprovechó para anotar y afrontar el cuarto definitivo con un (58-43). El último cuarto comenzó con un triple de Llorente y León incluso apuró la espectacularidad fallando varios ataques, mientras Salvo se desperaba y les señalaba el marcador con airadas gestos para reclamar tranquilidad. Pero el público jaleaba las osadas acciones de León. El partido estaba roto y el equipo local muestra su singular rapidez. Y llega el momento de los jóvenes. Fornas, acompañado por el detutante Ivan Aparicio, saltan a la pista entre fuertes aplausos del público. Tuvieron dos minutos para foguearse en liga LEB. Y Salvo incluso apuró el experimento con el gallego Vázquez como base. León sumó de nuevo y ya son ocho las victorias. Y se va de vacaciones con plaza de play-off.