La rebelión de los modestos
Sheriff, Espanyol y Getafe han asestado las tres derrotas al Real Madrid, que también se estrelló contra Levante, Osasuna y Cádiz El Alcoyano, nueva amenaza
Inabordable ante los grandes, el Real Madrid ha sufrido sus tres derrotas del curso a manos del Sheriff, el Espanyol y el Getafe, que rasguñó al líder de la Liga en el primer partido del año recién comenzado, donde el conjunto de Chamartín ofreció una mala imagen por la bajada de concentración y compromiso que denunció el propio Carlo Ancelotti en rueda de prensa. Destensados, como si aún permaneciesen de vacaciones, a decir también del técnico de Reggiolo, los blancos protagonizaron otro de esos inopinados tropiezos que pueden servir para complicarles las cuentas y suponen un balón de oxígeno para sus perseguidores, por mucho que su ventaja en la tabla siga siendo más que apreciable. Porque al traspié del Real Madrid en el Coliseum Alfonso Pérez hay que sumar los empates cosechados frente a Levante, Osasuna y Cádiz por el campeón de invierno, que en cambio solo lamenta los dos puntos que se dejó en la séptima jornada frente al Villarreal cuando revisa la nómina de sus enfrentamientos con adversarios llamados a elevadas empresas a comienzos de temporada. Es, por tanto, la rebelión de los modestos la que impide al cuadro de Ancelotti disfrutar de una vida más desahogada, pese a que mantiene un considerable colchón en la clasificación, y le obliga a buscar soluciones para que no se repitan esos resbalones inesperados.
«Sufrimos cuando jugamos contra defensas de cinco. Las dos derrotas han sido contra estos esquemas», reconoció Casemiro al desgranar los tropezones ligueros de un equipo que, aseveró Ancelotti, no tiene los delanteros más adecuados para atacar espacios cerrados. El técnico del Real Madrid expuso así la debilidad más preocupante de un grupo jubiloso cuando tiene la pradera despejada para volar a la contra, pero que se enreda frente a rivales que le aguardan con el bloque bajo y le entregan la pelota. No es ni mucho menos accidental que el Real Madrid haya sido incapaz de ganar en los cuatro duelos en los que de más posesión ha disfrutado esta campaña. Ni ante el Cádiz (82%), ni frente al Sheriff (76%), ni contra Osasuna (75%) ni ante el Getafe (74%) fue capaz de trasladar su abrumador dominio al marcador, anotando solo un tanto en esa tetralogía que retrata sus padecimientos cuando de sortear embudos se trata.