La crisis del Ademar continúa Sinfín (20-21)

El Abanca Ademar no encuentra luz al final del túnel . Los leoneses perdieron (20-21) su duelo directo por eludir los puestos de descenso ante un BM Sinfín que se aprovechó de los numerosos errores locales en ataque. Una situación sin duda preocupante que puede agravarse hoy aún más si el Atlético Valladolid empata o gana su partido contra Puente Genil. Por ahora los de Cadenas son antepenúltimos pero pueden acabar la jornada segundos por la cola o lo que es lo mismo; en posiciones de pérdida directa de la máxima categoría del balonmano masculino español.

«La derrota más dura en lo que va de temporada». Así de rotundo se mostró el entrenador de Valdevimbre en la rueda de prensa posterior al choque. Un Cadenas que reiteró una y otra vez que cuando fallas tantas ocasiones de gol —«y solo anotas 20»— «es muy complicado ganarle a nadie». Todo ello en una primera mitad que destacó sobre todo por los continuos errores ofensivos de ambos conjuntos. El Ademar entró muy perdido a la pista del Palacio de Deportes, con excesiva lentitud a la hora de crear jugadas peligrosas y completamente errático cuando se trataba de anotar. Tal fue el desatino local, que no fue hasta el minuto 12 cuando anotó su segundo gol del partido (2-5).

 No funcionaba la conexión de Virbauskas con Santista, ni tampoco el tiro exterior —salvo dos zarpazos de Boskos— ni mucho menos Jozinovic desde el lateral derecho. Y para colmo Gonzalo y Jaime desaprovecharon dos penas máximas que alargaban la agonía leonesa.

La única buena noticia fue la aparición salvadora de Bomastar con hasta siete paradas capitales para evitar que el Sinfín, que estaba muy sólido atrás, abriese aún más brecha en el marcador. El parcial de 1-4 en el minuto 7 exasperó a Cadenas, que paró el duelo para reconducir a los suyos. Pero lo cierto es que el Ademar daba síntomas de ansiedad y las pérdidas tontas se sucedían sin que nadie pusiese cordura al juego. En el 15 los cántabros mandaban 2-6 sin grandes alardes sino más bien aprovechando la caraja leonesa. El máximo responsable del banquillo marista negó falta de actitud de los jugadores pero lo cierto es que algunos como Semedo —que acabó lesionado— andan muy lejos del compromiso que requiere este club.

De menos a más

Sin embargo los ademaristas iban a reaccionar a falta de diez minutos para el final del primer acto. Como ni Jaime ni Gonzalo estaban al nivel deseado, el de Valdevimbre dio entrada a Antonio y Casqueiro, claves para urdir la remontada local desde los extremos. El menor de los Martínez hizo dos de dos desde los siete metros y Adri un gol de pillo y buenos minutos en defensa. Por su parte, Boskos, Liapis y Semedo mejoraron el ataque leonés al tiempo que Sinfín se quedaba sin ideas arriba salvo algunos brotes verdes de Pla. La defensa ademarista comenzó a funcionar y del 5-7 del minuto 20 pasaron al 11-10 —primera ventaja leonesa— justo antes del descenso.

Pero la reacción se quedó en papel mojado nada más comenzar la segunda mitad. Sinfín hizo un parcial de 0-3 ante la pasividad leonesa que, para más inri, pocos minutos después se tradujo en un 1-6 alarmante. Aún así Ademar tiró de orgullo para volverse a poner por delante. No es que demostraran un juego fluido sino que el cansancio hacía mella en los ayer visitantes.

Parecía que la balanza caería del lado local. Pero nada más lejos de la realidad. Con balón para ponerse dos arriba, Milos —uno de los que salen señalados tras el choque— erró en el pase y desde entonces las cosas se torcieron del todo.  Los cántabros encontraron en la conexión con su pivote Lon una mira de oro que destrozó la defensa cuando más necesitaba rendir. El equipo entró en pánico, con continuos fallos y un nerviosismo que preocupa casi más que el hecho de perder. Cadenas aseguró que durante la semana había visto bien a los suyos en los entrenamientos. «Pensé que íbamos a hacer un gran partido pero no fue así».

Después del gran reinicio de temporada frente al BM Nava y Antequera, los fantasmas han regresado de golpe a un Abanca Ademar cuya crisis no parece tener fin. Queda tiempo por delante, pero por ahora las sensaciones que transmite el equipo no son nada buenas. Siguiente parada: Puente Genil de nuevo en casa.