El oxígeno del Ademar es Bomastar
El Abanca Ademar volvió a darse una alegría en forma de triunfo en el Palacio de Deportes. Hacía tres meses que no lo disfrutaba en Liga ni tampoco su afición. Ayer frente al Puente Genil, un directo rival por huir de la quema que representan los dos escalones de descenso los de Manolo Cadenas superaron la primera final de unas cuantas que tendrán que lidiar para escalar a zonas más tranquilas. El 28-25 final ante los cordobeses da a los leoneses un respiro. Y, eso esperan, dosis de autoestima para afrontar lo que resta del campeonato.
Aunque todos los puntos son esenciales los de ayer se presentaban con una dosis extra de necesidad. Sobretodo después del tropiezo frente al Sinfín de hace una semana. Una final que en esta ocasión tenía además un premio añadido, el average (en la primera vuelta cedieron por 29-24). El Abanca Ademar no pudo hacer pleno pero sí abrazar el premio más productivo, los dos puntos. Un oxígeno que tuvo como principal estilete al cancerbero serbio Milan Bomastar, tanto en la primera parte cuando el partido vivía sus momentos álgidos con la reacción del Puente Genil como en la segunda posibilitando el despegue definitivo en el marcador. Su estadística de casi un 44 por ciento de paradas lo dice todo. Al menos para un equipo como el leonés que se agarró a él y a los goles de Gonzalo Pérez (nueve) para superar un escollo vital.
Sin Semedo, lesionado, y con Santista forzando para aportar su grano de arena, el Abanca Ademar se presentaba ante su afición dispuesto a borrar fantasmas y empezar a cimentar su recuperación competitiva en la Liga.
Los primeros minutos fueron un claro ejemplo de ello con los leoneses bien pertrechados en defensa aplicando además un ritmo elevado a sus acciones tras recuperación de balón que les permitía cerrar los primeros cinco minutos con una renta de dos goles (3-1). La mano de Gonzalo estaba caliente y eso llevó a que apenas un par de minutos más tarde los de Cadenas lograran una mayor renta. Nada menso que cinco goles con el 7-2. Parecía que la pócima de defensa-ataque estaba dando sus resultados.
El Puente Genil intentó frenar la sangría y aprovechando un par de errores de los leoneses en ataque lograba enjugar parte de su desventaja con un parcial de 0-3 poco antes del paso por el ecuador del primer acto. En ese momento el partido cobrara su mayor igualdad con el 9-8. Kim por partida doble y Santista emergieron en ese momento con sus goles. Y Bomastar con hasta cuatro paradas consecutivas para recuperar un margen entre los tres y cuatro goles. Con el 15-11 anotado por Casqueiro el técnico visitante solicitaba tiempo muerto. Restaba poco más de un minuto para el intermedio y esa fórmula le dio algo de resultado acortando la distancia a los dos goles con los que los leoneses se fueron a vestuarios (15-13).
La segunda parte daba sus primeros pasos con el tanto de Gonzalo. El sexto por el momento en su cuenta. Javi García respondía para los andaluces y Jozinovic aportaba en el siguiente ataque para los locales su grano de arena. El marcador mostraba un 17-14 que en un visto y no visto se tornaba en el 17-16. Solvente en defensa y aunque con altibajos, con un más que aceptable rendimiento en el ataque, un parcial de 4-0 que sellaba con su tanto Gonzalo Pérez volvía a situar la distancia entre los contendientes en los cuatro goles.
Como sucediera en el tramo final de la primera parte, la luz de alarma volvía a encenderse en el banquillo del Puente Genil hasta el punto de que su técnico solicitaba tiempo muerto. Este vez le dio menos resultado. Eso sí, sirvió para que la sangría no fuera a más. El Abanca Ademar se encontraba cómodo aunque no podía descuidarse frente a un rival que aprovechaba cualquier situación del juego para intentar acercarse en el electrónico. A falta de diez minutos el 24-20 presentaba un mejor panorama para los leoneses. Incluso cinco más tarde con el 26-22 Ahora había que mirar al average. Ambos equipos repararon en ello. El Ademar parecía el mejor colocado para lograr ese premio añadido. Con Bomastar parecía más sencillo. Y con el 28-23 aún más. Pero dos errores impidieron poner la guinda. Eso sí, los dos puntos se quedaban en casa.