Buen balance de la campaña de jabalí siguiendo la tónica de los últimos años
La temporada para la caza del jabalí puso el punto y final en Castilla y León el pasado 27 de febrero. Y como es habitual toca momento del balance. En la tónica habitual de los últimos años.
Más si cabe desde hace un buen número de ellos, se puede decir que el resultado y las sensaciones para los cazadores pueden calificarse de favorables. Por número las opciones de cobrarse alguna pieza son más que elevadas. Y así se ha podido comprobar a lo largo de todos estos meses desde que levantara el telón la temporada allá por el mes de septiembre (27) del año pasado.
Nada menos que cinco meses de desarrollo que también han estado marcado por la nueva Ley de Caza en la Comunidad. Una normativa que al principio era vista con cierto recelo y también desconocimiento aunque poco a poco los cazadores han ido adaptando a su quehacer diario.
Una premisa que se puede decir que no ha afectado a la temporada de caza del jabalí. Una campaña que sin duda alguna no ha variado los parámetros previstos y que sin duda alguna refrenda que por número el jabalí sigue contando con una destacada presencia, a veces incluso en escenarios y lugares poco habituales y con cada vez una mayor cercanía a las zonas habitadas en busca de comida.
Por todo ello, las sensaciones pueden determinarse como notables y con un desarrollo de menos a más. Los condicionantes que rodean a esta actividad también han ayudado a que los cinco meses hayan transcurrido con normalidad.
Muy similares a los de 2020 y 2021 y que apuntan que en los próximos ejercicios, salvo contratiempos inesperados, la continuidad sea la nota dominante a lo largo y ancho del campo leonés donde habita el jabalí.