Un día para haberse quedado en casa

La clasificación se comprime. Las SD Ponferradina perdió ayer su primer partido desde principios de febrero y ve reducida su diferencia con la séptima plaza a sólo tres puntos. El equipo blanquiazul hizo su peor partido de la temporada, sobre todo la primera parte, y acabó cayendo 3-1 ante un Mirandés que leyó mucho mejor el encuentro y que tuvo esas cosas que en muchas tardes y noches de este curso le destacamos a la Deportiva.

Bolo devolvió a Edu Espiau a la punta y mantuvo el 4-4-2. Sergi Puig debutó en la portería en Liga y Ríos Reina volvió al lateral izquierdo. También regresó al once tras sanción Ojeda. Y Baeza fue la otra novedad en detrimento de Naranjo. En el Mirandés Odei, Marqués y Álex López fueron las novedades con respecto al once presentado una semana antes en Anoeta.

La Deportiva fue un flan en defensa desde el inicio del choque y esa temida salida que apuntaba Etxeberría el viernes no fue tal. De hecho, el conjunto blanquiazul sólo contabilizó dos acciones de cierta importancia en el primer acto y ambas tuvieron como protagonista a Yuri. Los pocos centros y las inofensivas acciones a balón parado se unieron a los nulos golpeos sobre el marco local.

El Mirandés empujó ya de salida y la dupla Camello-Marqués trajo de cabeza a la defensa deportivista, que se vio incapaz de sostenerla. Ambos ya llevaron el peligro en la primera acción, con un centro del delantero internacional sub-21 que remató alto el futbolista que ayer jugaba como único punta. Y en el minuto 10 llegó el 1-0. Ojeda dejó demasiado corta una cesión con la cabeza a Sergi Puig y el portero arrolló en su salida a Brugué, cometiendo penalti. Aunque el catalán evitó el gol en el lanzamiento con una gran mano abajo, el balón se fue al porte y salió despedido en paralelo a la línea de gol hacia el otro palo, al que llegó el propio Camello para redimirse de su fallo. Ahí empezó una pesadilla blanquiazul que duraría aún muchos minutos más. Y es que el siguiente remate del equipo jabato también acabó en la portería. Paris Adot perdió un balón en campo contrario y el Mirandés contragolpeó, golpeando por la zona que defiende navarro. Dos futbolistas salieron de posición a defender la misma y el centro de Camello desde línea de fondo lo remataba a placer Marqués, que no tenía marca. 2-0 en el minuto 23.

Cualquier taque del Mirandés o generaba peligro real o daba sensación de peligro. Sin contar tiros bloqueados, el cuadro local llevó a cabo ocho remates en el primer acto por sólo uno válido de la Deportiva. Y decimos válido porque en el minuto 34 Yuri aprovechaba un servicio desde la derecha de Paris Adot para rematar de cabeza y hacer el 2-1 que metía al cuadro berciano en el partido. Pero el VAR, sin una imagen muy recta que digamos, anulaba el gol por un fuera de juego que hasta generaba dudas con las líneas tiradas. Ojeda lo había intentado en una acción por el centro en el que taponó un defensa y Yuri había rematado por primera vez en el minuto 28 un balón que se le fue muy alto.

Dos cabezazos de Marqués en la recta final de la primera parte se fueron altos y pusieron el colofón a un primer acto en el que la defensa y en general el conjunto de la Deportiva se vieron superados por completo.

Bolo movió piezas para empezar la segunda parte con el objetivo de cambiar la escena del choque e intentar meterse en el mismo cuanto antes, pero pasó justo lo contrario. Naranjo sustituyó a Baeza y Ojeda se cambió de banda, pasando Edu Espiau a acompañar a Yuri en punta, mientras que Cristian Rodríguez entró por Paul Anton. Pero tras un remate forzado de Marqués y otra llegada que conjuró Sergi Puig, el Mirandés volvió a hacer sangre. Centro de un imperial Imanol García de Albéniz y Camello se adelanta a los centrales y fusila a Sergi Puig. Era el minuto 51 y el encuentro quedaba prácticamente visto para sentencia.

Bolo metió los otros tres cambios juntos y pasó a jugar con una especie de 3-3-3-1, más que con un 5-3-2. Era hora de arriesgar en defensa, lo que parecía una temeridad dado que hasta ese momento el Mirandés había entrado en la zaga berciana como cuchillo en mantequilla. Juan Hernández, Saúl Crespo y Zaralar ingresaban en el terreno de juego. Y el de Cuatrovientos estuvo a punto de reducir pronto diferencias con un tiro que sacó el portero in extremis cuando ya se cantaba el 3-1.

Aunque el Mirandés siguió llegando e incluso con ocasiones como una que salvó Sergi Puig solo ante Camello, el ritmo rojillo fue decayendo algo y la Deportiva llegó un poco más. Y tuvo sus ocasiones. Pascanu hizo el 3-1 de cabeza tras un córner lanzado por Ríos Reina, que poco antes estuvo próximo a lograr un gol olímpico. A partir de ahí vinieron los mejores momentos blanquiazules. Juan Hernández estrelló un balón en el larguero y acto seguido vio cómo un defensa le sacaba otro balón que iba a gol por la escuadra. Pero el Mirandés también se topó con el poste cuando cantaba el 4-1. Fue en un tiro de Capellini en el minuto 85.

Se rompía así la racha de Bolo contra el Mirandés y la blanquiazul frente a este equipo desde el regreso de ambos al fútbol profesional.

Con estos resultados la clasificación se aprieta en la lucha por la sexta plaza. La Deportiva se mantiene en la misma, pero la diferencia con el séptimo se reduce. Ahora es el Real Oviedo, que está a tres puntos. Este fin de semana hay un FC Cartagena-Real Oviedo, octavo contra séptimo. El cartagenero está a cinco puntos de la formación ponferradina.

El próximo partido será el domingo a las cuatro de la tarde en El Toralín ante la UD Las Palmas. El equipo grancanario tiene siete puntos menos que la Deportiva y cierra esta noche la jornada en su casa recibiendo al Leganés.