Tenis | Montecarlo
Alejandro Davidovich elimina a un oxidado Djokovic
El español consigue en Montecarlo la mejor victoria de su carrera ante el serbio, fuera de ritmo (6-3, 6-7 (5) y 6-1)
El no poder jugar en determinados torneos al no estar vacunado le pasa factura a Novak Djokovic . El serbio se pavoneaba de seguir como número uno, pese a haber disputado un solo torneo este año, pero Alejandro Davidovich le despertó de su burbuja. El malagueño, en la victoria más importante de su carrera, derribó al número uno por 6-3, 6-7 (5) y 6-1 para acceder a los octavos de final del Masters 1.000 de Montecarlo, su torneo talismán. Aquí alcanzó los cuartos de final la temporada pasada, en su mejor resultado en un campeonato de esta categoría y aquí ha logrado su primera victoria ante un número uno del ranking.
El español, que terminó con heridas en manos, rodillas y en los brazos, de lanzarse como un gato a por las bolas de Djokovic , se llevó como trofeo una camiseta embarrada completamente. La valentía y coraje de Davidovich le hizo no notar el dolor de los percances que iba sumando a su cuerpo cada vez que una pelota se alejaba de su alcance. A base de aguantar, de imponerse al viento del Principado y desactivar a un Djokovic caótico y desengrasado, Davidovich se cargó al mejor del mundo en la que suponía su vuelta a la competición casi dos meses después. Debido a su negativa a las vacunas, el de Belgrado solo ha podido competir esta temporada en Dubai, a finales de febrero, donde cedió en cuartos de final. Ahora, con la llegada de la tierra batida, se le abría un abanico de torneos, con Montecarlo, Belgrado, Madrid y París en el horizonte. Sin el inconveniente, además, de encontrarse a Rafa Nadal en el camino, puesto que el balear está lesionado y se perderá, como mínimo, Montecarlo y Barcelona. Pero su viaje europeo sufrió una abrupta salida en el Principado, donde Djokovic ganó en 2013 y 2015.
Davidovich, más rodado, tras jugar Marrakech y superar aquí la primera ronda, se impuso a un Djokovic errático y oxidado. Su primer set fue horrible, mientras que el malagueño, envalentonado por el escenario de una de las pistas más bonitas del mundo, rozaba la perfección en su juego. Al público monegasco, además, le gusta la sangre y, a modo de emperador, pedía la cabeza del número uno, que con el paso de los minutos se impacientaba con la pista, la superficie y con un viento racheado que afeaba el juego.
51 errores no forzados Davidovich pudo cerrar el encuentro por la vía rápida y, ante los más de 30 errores no forzados del serbio, llegó a colocarse 3-0 y 4-2 en el segundo set. Sus propios errores le condenaron al 'tie break', donde también regaló una ventaja de 4-2 y permitió a Djokovic llevarse el set y forzar un tercero. ¿Indicios de autrodestrucción? Nada parecido. Al malagueño le sirvió el toque de atención. Se dio cuenta de que no podía dejar pasar la oportunidad de deshacerse del mejor del ranking, una ocasión que llega muy pocas veces en la carrera.
Djokovic , que terminó con 51 errores no forzados, se entregó tras el cuarto juego. Tuvo una opción de recuperar la desventaja que Davidovich cogió después del primer saque, pero no hubo manera. Su estado físico y anímico no se lo permitió. Los más de diez días entrenando en Montecarlo no sirvieron, la competición es otra historia. Con un 6-1, Davidovich certificó la mejor victoria de su carrera. La primera derrota para Djokovic en su debut en un torneo desde Barcelona 2018. Desde Miami 2018 no perdía tan pronto en un Masters 1.000.
Este triunfo permite a Davidovich soñar con defender los cuartos de final, y los 180 puntos, que acumuló el año pasado. Con este resultado se asegura empezar la próxima semana otra vez dentro de los 50 mejores del mundo y en octavos se medirá al ganador del duelo entre David Goffin y Dan Evans.