Verstappen impone su ley

El Mundial de Fórmula 1 tiene nuevo referente. Después de cinco carreras en las que parecía que Leclerc iba a ser imparable, el vigente campeón, Max Verstappen, tiró de galones para lograr no solo su cuarta victoria en seis pruebas -mantiene su efectividad plena, ya que carrera que acaba, carrera que gana-, sino también para alcanzar el liderato de la general.

Verstappen lució el número 1 ante una enfervorecida afición de Montmeló que tras dos años de pandemia respondió a la llamada del GP de España hasta el punto de desbordar el circuito. Desde los primeros metros se vio que iba a ser una carrera que no iba a dejar indiferente a nadie. Y no porque Carlos Sainz protagonizase una (otra) mala arrancada, sino porque uno de los que iban a ser protagonistas de la prueba se vio a punto de abandonar.

Lewis Hamilton se la jugaba con neumáticos medios a una estrategia distinta, cuando Magnussen volvió a ser el de los viejos tiempos: le dio un golpe en la curva 3, le hizo pinchar y dio al traste con sus opciones. Pidió retirarse para conservar el motor, pero en el equipo decidieron seguir. y el heptacampeón del mundo protagonizó una gran remontada que no fue mayor por un sobrecalentamiento en la última vuelta. Hamilton acabó quinto justo detrás de Carlos Sainz, que acabó mejor de lo que empezó. Al mal inicio se unió luego una salida de pista en la curva 4 por un golpe de viento que le mandó atrás cuando luchaba por meterse de nuevo en la zona del podio, algo que también le pasó a Verstappen después. Sin embargo, mientras el neerlandés se vio beneficiado por una estrategia de Red Bull que jugó a su favor, al de Ferrari le costó remontar.

Cinco carreras después, Fernando Alonso sumó puntos. Esta vez no hubo que lamentar sanciones ni penalizaciones. Su remontada lo llevó a cruzar noveno la meta.