Lewandowski hace líder al Barça

El Barcelona logró ante el Elche en el Camp Nou un triunfo balsámico para olvidar la derrota frente al Bayern de Múnich. El conjunto que dirige Xavi Hernández se impuso de forma cómoda a los ilicitanos por 3-0 en un partido marcado por la temprana expulsión de Verdú en la primera mitad y por el acierto goleador, una vez más, de Lewandowski.

El delantero polaco firmó un doblete que, unido a un tanto de Memphis Depay, marcó la diferencia en un encuentro que permite a los culés ser líderes a la espera de lo que ocurra en el derbi madrileño y marcharse al parón de selecciones con las buenas sensaciones que tenían antes de viajar a Alemania.

Con ganas de revancha. Así salió el Barcelona al césped del Camp Nou. El Bayern abrió una herida que debía ser cerrada antes del parón de selecciones y eso lo sabía Xavi, que hizo rotaciones, sí, pero las justas. El técnico de Tarrasa dispuso un once con Koundé en el lateral diestro, con Frenkie de Jong como pivote, con Kessié de interior y con Memphis Depay en el extremo en lugar de Raphinha. Los cinco defensas que plantearon los ilicitanos pronto se quedaron en apenas cuatro después de que a los trece minutos Verdú fuera expulsado por agarrar a Lewandowski cuando el ex del Bayern ya enfilaba la portería de Édgar Badía. Esa acción agudizó aún más el dominio culé y fue el comienzo de una pesadilla que iba a durar 77 minutos para los visitantes, el tiempo que faltaba para que Muñiz Ruiz decretara el final del partido.

El Barça olió la sangre y se volcó contra la portería del Elche. Xavi se afanaba para que los suyos hicieran ancho el césped del Camp Nou, una fórmula para generar espacios que propició que su equipo generara un sinfín de ocasiones que iban a encontrar el premio en la recta final de la primera mitad con dos jugadas que tuvieron a Balde como gran protagonista. El joven lateral fue una amenaza permanente y abrió la lata con dos asistencias que hubiera firmado el mejor Jordi Alba. En la primera el agraciado fue Lewandowski, que empujó el balón a puerta vacía para delirio de la afición azulgrana, y en la segunda lo fue Memphis Depay que, con una media vuelta de fútbol sala y un zurdazo, echó el telón a un primer acto en el que se puso mantel y cubiertos. Faltaba el atracón.

Y así pudo ser tras la reanudación. Xavi dio entrada a Gavi por Kessié, que rozó la expulsión en dos ocasiones por sendos codazos, y los culés metieron una marcha más para completar el festín.

En la primera acción Dembélé, muy activo a lo largo de todo el choque, puso un balón en el área y el rechace le cayó al de siempre, a ese delantero que tiene un imán cada vez que se acerca a la portería rival. Lewandowski ejecutó con la sencillez habitual el tercero, el octavo en su cuenta particular en lo que va de Liga, un tanto que no iba a apaciguar a un Barça que tenía ganas de fiesta. El Camp Nou quería más y Xavi este año tiene armario de sobra para cambiar de traje. El catalán introdujo de una tacada a Raphinha, Ansu Fati y Bellerín, todo un lujo y una amenaza renovada para un Elche incapaz de contener el empuje de su rival. Para entonces, el Barça ya había olvidado por completo el tropiezo ante el Bayern en la Champions y el Elche se había quedado sin gasolina.