Diario de León

La pegada del Madrid desborda al Atlético

Los jugadores del Madrid celebran el segundo gol del partido, que convirtió Valverde tras recoger un rechace de Vinicius. RODRIGO JIMENEZ

Los jugadores del Madrid celebran el segundo gol del partido, que convirtió Valverde tras recoger un rechace de Vinicius. RODRIGO JIMENEZ

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El Real Madrid tan solo necesitó 35 minutos y dos ocasiones para fulminar al Atlético de Madrid (1-2), cuyo vigoroso inicio fue sofocado con el valor más definitivo de cualquier oficio, la efectividad incontenible con la que el equipo blanco se deshizo de su adversario, al que relegó a ocho puntos de distancia en la clasificación con una exhibición de paredes, velocidad y pegada, combinadas de forma implacable por el actual campeón, con el susto final que provocó el inesperado 1-2 de Hermoso.

La primera, a servicio de Tchouaméni, la remató Rodrygo en el minuto 18; la segunda, con el pase de Modric que batió la resistencia por la banda derecha del equipo rojiblanco, la culminó Fede Valverde, tras la galopada inalcanzable de Vinicius, el desvío al poste de Jan Oblak y el rebote afortunado que el descomunal futbolista uruguayo transformó en una victoria irrebatible desde entonces hasta el tramo final, cuando un error de Courtois le dio emoción y vida al Atlético, derrotado finalmente, con una sola victoria en sus últimos 13 derbis en el campeonato o nada más tres de los 18 más recientes entre todas las competiciones.

Aún sin Benzema, fuera del derbi, el Real Madrid es poderoso en su transición ofensiva, en su pegada, en los factores más fundamentales que determinan las victorias. Allá por el minuto 18, en una sola ocasión, después de soportar la tormenta que descargó de inicio el Atlético, golpeó con la fuerza que lo hizo campeón de casi todo el pasado curso y que lo propone como el líder consolidado hoy por hoy en la Liga. Es contundente como nadie.

El líder no admite duda cuando golpea. No había aparecido en ningún momento por el área de Jan Oblak, reintegrado a la competición después de dos partidos de baja, pero no necesita nada del otro mundo, nada muy visible, para cambiar un duelo de repente, como hizo en el Metropolitano. La jugada surgió y terminó en Rodrygo, cuyo remate de primeras, tras el exacto pase de Tchouaméni por encima de Felipe, transformó el derbi sin remisión.

No fue suficiente para reabrir la discusión de los puntos, zanjada por el Real Madrid instantes después, a toda velocidad por Vinicius, en otra pared -esta vez de Modric- con la que dejó fuera del foco a Marcos Llorente y Felipe Monteiro de una sola vez y que lo propuso a la carrera para enfrentar a Oblak. Su tiro lo desvío el portero contra el poste, el rebote lo remachó Fede Valverde en el 0-2, sin que nadie pudiera oponerse a una realidad muy dura.

Tampoco Yannick Carrasco, cuando chocó con Courtois aún en el primer tiempo, con un mundo por jugar que este domingo en el Metropolitano del que no se presuponía nada bueno para el Atlético, ni sin cambios ni con ellos (con la entrada de Morata por De Paul y de Cunha por Joao Félix, primero, y de Hermoso y Correa, después). Hasta que Mario Hermoso -expulsado de forma exagerada después con dos amarillas en tres minutos, la última no lo era- despertó la esperanza con el 1-2 de cabeza en el minuto 83 en un córner que señaló al portero del Real Madrid y transformó el último tramo en un suplicio imprevisto para soportar la diferencia que separa hoy a los dos equipos. La clasificación lo demuestra con una celeridad impropia de estas alturas: ocho puntos de distancia en tan solo seis jornadas.

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