Precisión, pasión... y un título mundial

Alemania bien vale un oro y un bronce. Para Luis Roberto Villar, un madrileño afincado en León esa ecuación se le daba a las mil maravillas. Además con un diploma que añadir a un equipaje que para él supone la constatación de que su pasión por las armas históricas también tiene este tipo de recompensas.

Y todo en la localidad alemana de Pforzheim y en el campo de tiro más antiguo del planeta. La disputa de un Campeonato del Mundo bien merecía este escenario. Trece disparos en 30 minutos (se contabilizaban los diez mejores desecándose los tres peores) premiaron el buen hacer de este tirador para el que la pasión por los rifles y fusiles históricos le viene desde hace tiempo. Y la competición desde el año 2008 cuando empezó a pribarse a nivel nacional. Siete años más tarde lo hacía internacionalmente y en este 2022 (pudo ser antes aunque la pandemia lo evitó). Nada menos en un Mundial al que viajaba como uno de los 42 representantes españoles que al final se colgaban 24 medallas, cinco de ellas de oro a nivel individual a las que hubo que sumar 18 diplomas. Y para Luis Roberto Villar supuso también su mayor logro en un trayecto que entre Europeo y Mundial le había reportado hasta este año una exta posición como mejor bagaje.

En Alemania daba varios pasos más adelante para salir airoso de un examen que superaba con dos presencias en el podio. Tal vez la más importante era la que lo llevaba a colgarse el oro individual en la modalidad de Penssylvania (fusil libre de chispa de cualquier calibre, original o réplica). el de Villar nada menos que datado a finales del siglo XVIII de origen austrohúngaro.

«En la competición de armas históricas no sólo es importante la puntería o precisión», apunta Villar, «también el conocer su funcionamiento y el tipo de arma que estás utilizando». Y es que para este tipo de campeonatos los competidores sólo pueden tomar parte con armas que van desde el siglo XVII hasta el último año del XIX.

Y el flamante campeón del mundo que pertenece al Club Principado de Asturias es uno de esos apasionados de este tipo. «Desde hace mucho tiempo, se puede decir que desde siempre, he tenido predilección por las armas. He de decir que por profesión no estoy vinculado a ellas pero sí por afición y pasión. Siempre me han atraído y en su día pude conocer en el Club de Tiro de La Virgen del Camino a unos tiradores gracias a esta pasión por las armas históricas. Y a través de ellos contactar con el Club Principado de Oviedo del que formo parte. Un camino que me ha abierto puertas y que ha posibilitado que haya llegado a este escenario». Nada menos que para Luis Roberto Villar que el ser campeón del mundo de una disciplina de tiro que cuanta cada vez con más adeptos. Un éxito en oro y plata que tiene a León, la ciudad en la que reside y adora, también como protagonista... y destinataria.