El Ademar solventa con nota su reválida en Santander (29-32)
Los de Manolo Cadenas se imponen al Sinfín con un gran partido en defensa y la actuación bajo palos de Papantonopoulos
Santista fue uno de los jugadores destacados en el Ademar en el apartado anotador. LOSA
El Abanca Ademar saldó en positivo su examen en Santander frente al BM Sinfín. Lo hizo apuntándose el triunfo (29-32) en un encuentro en el que siempre marcaba la pauta y que le sirvió para cosechar su segundo envite consecutivo en clave positiva en cuanto a juego y resultado.
Los de Manolo Cadenas se hicieron con la victoria ante un BM Sinfín que de entrada no supo frenar el vendaval de juego de los ademaristas y se vio con cuatro goles de desventaja que se convirtieron en un lastre con el que los locales tuvieron que acometer el resto del pulso. Además, la capacidad para mantener la calma y la excelente actuación bajo palos del cancerbero griego Papantonopoulos, con 20 paradas, dieron alas a los de Cadenas en los peores momentos del choque.
Saltó Abanca Ademar a la pista como si le fuese la vida en ello, con mucha agresividad y velocidad en su juego, sorprendiendo a su rival. Los leoneses se lanzaron en seguida sobre la meta local con rápidas internadas por el extremo izquierdo que generaron muchos problemas a Balonmano Sinfín en los primeros minutos (0-2). Parecía que se rehacía el equipo local, que lograba tapar ese coladero inicial, pero entonces aparecía Boskos para romper por el centro, seguido de David Fernández, que ponía el 0-4.
Mas de cinco minutos tardaron los cántabros en conseguir superar a Papantonopoulos con un lanzamiento desde los siete metros que inauguraba su casillero (1-4). A partir de ahí, Balonmano Sinfín parecía recuperar cierto terreno, pero la verdad era que los locales andaban nerviosos, perdían balones incomprensibles y cometían errores técnicos que le impedían recortar diferencias con un Abanca Ademar muy serio en todas sus líneas.
Paraba el partido el técnico local en busca de soluciones cuando se cumplía el minuto 10. Eso, y la exclusión de Santista parecieron afectar a los leoneses, que vieron como los cántabros se acercaban hasta los dos goles (5-7, minuto 12). Pero no se dejó llevar el equipo de Cadenas, que en seguida recuperó el tono y, apoyándose en la gran actuación de Papantonopoulos bajo el arco, conseguía recuperar el colchón de cuatro goles inicial (7-11).
No bajaba los brazos el Sinfín, que movía fichas y cambiaba continuamente de defensa en busca de una reacción. Y poco a poco lo consiguió. Fue a partir del minuto 21, un remate fallado por Ademar que generó un rápido contragolpe local y acabó en gol y una pérdida posterior que acabó de la misma manera, colocaban el 12-13 a falta de siete minutos y medio para el descanso.
No se lo pensaba dos veces Cadenas, que paraba el partido para tratar de cortar la dinámica. Lo consiguió solo a medias, porque si bien es cierto que los leoneses consiguieron cortar la escalada local, seguían sin reencontrar el camino en ataque y solo en el último suspiro, con un gol de Boskos y una postrera parada de Papantonopoulos conseguían elevar un poco su ventaja para cerrar el primer tiempo con 16-18.
La segunda mitad comenzó como terminó la primera, con el Ademar tratando de sacudirse la presión defensiva que imponían los locales desde el minuto 20.
al límite para tratar de evitar que los de Manolo Cadenas abriesen de nuevo brecha en el electrónico. Les costó a los leoneses, pero dos nuevas paradas del guardameta griego y la insistencia y velocidad en ataque le permitieron tomar un poco de aire y colocar el 17-20 en el marcador. Parecía que los ademaristas recuperaban el tono de los primeros minutos ante un rival que empezaba a mostrar síntomas de agotamiento y una nueva parada de Papantonopoulos dio origen al contragolpe magistral de los leoneses que culminaba Santista colocando el 17-21.
Leonardo Alonso y la defensa local permitían a Sinfín mantenerse vivo en el partido e incluso ´asustar´ a los leoneses de vez en cuando (20-22), pero los de Cadenas no se dejaban amilanar. Con un buen seguro en la portería y un ataque demoledor en el que todos aportaban, Ademar recuperaba la renta de cuatro goles de los primeros compases del encuentro (21-25).
Pedía un nuevo tiempo muerto el técnico local, que pedía a los suyos más presión y, sobre todo, menos perdidas. Parecía que le daba resultado y los cántabros conseguían colocarse de nuevo a solo dos goles de distancia a 8´20 para el final del partido. Llegaba la hora de la verdad, de ver quién era capaz de mantener la cabeza más fría y templar los nervios. Y ese fue Ademar, que pese a las exclusiones, primero de Santista y después de Casqueiro, aguantó el envite de los locales e incluso consiguió marcar en inferioridad numérica. Los jugadores cántabros estaban cada vez mas desesperados viendo como el tiempo se agotaba y no conseguían revertir la situación (27-30). De ahí al final, fue un querer y no poder de Sinfín ante un Ademar León muy seguro que mantuvo la calma. Y logró el premio buscado.