El Abanca Ademar se estrella frente a un sólido Torrelavega (28-36)

El Abanca Ademar estrelló sus ilusiones de mantener una racha positiva en cuanto a resultados en la Liga frente a un Torrelavega que no dio opción alguna a los leoneses (28-36). El equipo de Álex Mozas demostró, salvo en el primer cuarto de partido, cuando el equipo leonés fue capaz de tutearle e ir por delante en el marcador, que se encuentra en una fase pletórica de juego destacando tanto las individualidades como el bloque.

Por contra,los de Cadenas evidenciaron una vez más que en la defensa está su talón de Aquiles. Y eso le pasó una excesiva factura allanando el camino a su rival hacia la victoria.

Y eso que la salida del Abanca Ademar poco parecía presumir lo que posteriormente sería el encuentro, porque el 3-0 inicial, dejando a su rival cinco minutos sin anotar, presentaban el habitual escenario en los inicios de encuentro leoneses. Sin embargo, muy pronto se vio a un conjunto cántabro que entraba de lleno en el partido volteando el marcador, empezando el guardameta Mile Mijuskovic su recital -superaría en algunos momentos el cincuenta por ciento-, aunque la ventaja sería aún ademarista en el ecuador del primer periodo.

A partir de entonces se desencadenó la tormenta perfecta del equipo de Álex Mozas, amparado en su guardameta, con un Adrián Fernández de abanderado de un juego coral, con una defensa sólida que impedía todos los ataques locales y con las continuas variaciones que, lejos de debilitar al grupo, aún lo fortalecían más.

De hecho, el armamento del A>banca Ademar se minimizó al máximo y ninguna de sus piezas resolutivas en el resto de jornadas, Juan Castro, David Fernández, Antonio Martínez o Santista, eran capaces de ver portería, sumando entre todos ellos cuatro goles, tres de penalti.

La desconexión ofensiva ademarista encontró enfrente a un rival desmelenado y hambriento que no paró de ampliar la renta, primero con un parcial de 0-5, luego ampliado a un insultante 1-9, sin que dos tiempos muertos de Cadenas surtieran el más mínimo efecto para llegar al descanso con un elocuente 11-18.

En la reanudación, pronto se vio que el panorama no había cambiado lo más mínimo, con una defensa ademarista de cristal en la que cada ataque rival se convertía en gol entablándose un juego de "pistoleros" entre el leonés Isidoro Martínez y el lituano Deividas Virbauskas, de lo poco salvable en Ademar.

Las diferencias alcanzaron en varios momentos la decena de goles, mínimamente reducida a los ocho finales con los que Bathco Torrelavega se mete de lleno en la lucha por las plazas europeas demostrando que, sin duda, es la auténtica revelación del campeonato.