El fin del Mundial cambiará a la Cultural de propietario

La disputa del Mundial de Catar supone un antes y un después para la Cultural. La Academia Aspire mantiene contactos con un grupo inversor de su plena confianza para ir desprendiéndose de su accionariado —atesora el 99,74% del total de la propiedad— en el club leonés de manera progresiva hasta traspasar la mayoría accionarial. No se retirará definitivamente del proyecto culturalista porque pretende darse visibilidad a través de una menor inversión en el fútbol para reforzar otros proyectos de negocio. En principio sigue al frente del control del club, si bien ya ha dado la orden a los responsables tanto en Catar como en Madrid de negociar con su grupo inversor de máxima confianza con el propósito de dar un vuelco a la propiedad de la Cultural y Deportiva Leonesa SAD.

Aspire quiere seguir presente en el fútbol, pero para alcanzar otros objetivos de negocio. La celebración del Mundial de Catar 2022 es lo que ha marcado el ritmo a la academia catarí. Y es el motor que ha afectado también a sus intenciones de trasladar al nuevo inversor esa mayoría accionarial del 60%, para así cargarse con una capacidad económica menor.

Aspire ya ha invertido 12 millones de euros en la Cultural, con plantillas millonarias y presupuestos históricos para la entidad leonesa, los más elevados de los cien años de vida del club para la tercera categoría del fútbol español, sin obtener los resultados deseados de consolidarse entre las estructuras del fútbol profesional español, como ha sucedido en el KAS Eupen belga o en el Leeds United inglés.

Aspire irá despojándose de la propiedad de la Cultural. Porque además la academia catarí esperaba durante estos siete años como propietario de la Cultural un compromiso más sólido y cuantioso que lo que en determinados momentos lo ha tildado la academia catarí como de un simple guiño institucional y empresarial. Nunca en consonancia con lo que supuso a su llegada, en diciembre de 2015, la apuesta por un club de fútbol con una deuda de que se elevaba a 1,7 millones de euros y que desapareció de inmediato con capital catarí. Además, ordenó otras estructuras del club que caminaban a la deriva, como sucedía entonces con el futbol base.

Otra de las imágenes que no gustan a la academia catarí, según confirman algunas fuentes, es que la afición no haya medido con más mesura algunos comportamientos.

Aún así, ni la estructura del club actual es la de antes de la llegada de Aspire, ni el número de los que conforman la masa social es la que apenas cubría un millar de asientos en el Reino de León.

El futuro de la Cultural traerá cambios en la propiedad. La decisión de Aspire está tomada.