El Madrid cae en un pulso de locos
Un Villarreal exuberante aprovecha una imprudencia de Mendy y un penalti riguroso señalado a Alaba para asestar la segunda derrota liguera a los blancos
El Real Madrid, por sexta temporada consecutiva, salió del Estadio de la Cerámica con el morro torcido. Los goles de Yeremy Pino y Gerard Moreno dieron a un exuberante Villarreal su tercer triunfo seguido en Liga a costa del equipo de Ancelotti (2-1), energético y batallador en una refriega de ritmo trepidante, pero que se vio penalizado por dos lances desafortunados de sus zagueros.
El primero, una imprudencia de Mendy, abrió el camino al cuadro groguet, enorme de principio a fin. El segundo, una mano de Alaba que los vigentes reglamentos convierten en un penalti que no tendría cabida en el fútbol clásico, le permitió despejar el suspense que dos minutos antes había aportado Benzema a resultas de otra pena máxima solo explicable desde el punto de vista del modernismo arbitral.
La derrota de los blancos en un territorio hostil para sus intereses como pocos, supone un paso atrás para el vigente campeón, que perdió la oportunidad de meterle presión al Barça en una jornada en la que el bloque de Ancelotti confiaba en sacar provecho de la complicada visita de los azulgranas al Metropolitano, y lanza al Submarino Amarillo, cuya dinámica ascendente desde la llegada de Quique Setién le tiene ya en puestos europeos.
El Villarreal, pese a la baja de última hora de Capoue por molestias musculares, irrumpió con el cuchillo entre los dientes. Aplicado en la presión frente a un visitante algo destemplado en la salida, el conjunto groguet avisó enseguida con una acción de tiralíneas culminada por Coquelin con un taconazo que se estrelló contra la madera. Preso de ciertas dudas en fase defensiva, el Real Madrid amenazaba en cambio en la ofensiva. Un pase con el exterior de Modric retó a Vinicius con Reina. El carioca superó la salida del arquero cruzando el remate, pero Albiol salvó los muebles.
Eléctricos y verticales, los contendientes proponían un toma y daca constante en un envite de acentuado espíritu recreativo.
Y LLEGARON LOS GOLES
Al suculento menú futbolístico solo le faltaba el condimento de los goles. Lo encontró nada más regresar de la caseta. Un error en la entrega de Mendy permitió al Villarreal lanzar a Gerard Moreno, que cedió a Yeremy Pino para que el extremo superase a Courtois. Castigado a raíz de otra perezosa entrada al césped, el Real Madrid se lanzó a por el empate frente a un Villarreal chispeante en transición. Una internada de Vinicius despejó la ruta a Benzema en el corazón del área. Foyth abortó bajo palos el remate del ‘9’, pero el VAR percibió una mano del argentino en la pugna previa con Vinicius y el lionés no pestañeó desde los once metros.
El campeón del mundo con Argentina se desquitó pronto. Porque en el siguiente avance el balón golpeó en la mano con la que Alaba acababa de apoyarse sobre el césped. Soto Grado señaló el punto de castigo y Gerard Moreno ajustició engañando a Courtois. Reconfiguró sus tropas Ancelotti. Ordenaron zafarrancho de combate los blancos, que acabaron con cuatro delanteros mientras el Villarreal aprovechaba su falta de abrigo en busca de la sentencia. Ni una cosa ni otra se produjo y el marcador no se movió más en un enfrentamiento del que el Madrid salió perdiendo la mano.