El primer título de la temporada
Madrid, Barça, Betis y Valencia buscan un oasis en el desierto Los de Ancelotti defienden en Arabia Saudí su corona en la cuarta edición bajo el formato de Final Four
Cuando no ha transcurrido ni un mes desde que Argentina conquistase en Catar el primer Mundial disputado en un país árabe, los focos del fútbol vuelven a apuntar hacia otro Estado situado por aquellas latitudes y bañado también en petrodólares que son capaces de comprar cualquier evento, aunque adversario en el plano geopolítico del pequeño emirato que concitó la atención del planeta entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre. Riad, la capital de Arabia Saudí, acogerá desde este miércoles la cuarta edición de la Supercopa de España que se celebra bajo el actual formato de Final Four. Allí, concretamente en el Estadio Rey Fahd, Real Madrid, Barça, Betis y Valencia buscarán su particular oasis en medio del desierto.
Los blancos defienden el título que alzaron doce meses atrás en el mismo escenario, tras imponerse en la final al Athletic con goles de Modric y Benzema. Cuatro días antes, habían dejado en la cuneta al Barça, doblegándole con un tanto de Valverde en la prórroga que resolvió un pulso trepidante. Las sucesivas victorias frente a culés y leones le sirvieron al cuadro de Chamartín para poner fin a una sequía de 18 meses sin nuevos trofeos para sus pobladas vitrinas y elevó a doce su cuenta de laureles en la competición que en tiempos más románticos y menos supeditados al negocio puro y duro enfrentaba a solo los campeones de Liga y de Copa.
De nuevo en el reino wahabita, la tropa de Carlo Ancelotti aspira a dar caza al Barça, cuyos trece cetros le sitúan en la cúspide del palmarés de la Supercopa de España, pero que no hace cumbre desde 2018, cuando sometió al Sevilla en la primera ocasión que una riña de este tipo encontró refugio fuera de la piel de toro, aunque entonces en Tánger y a partido único, antes de que Luis Rubiales tejiese con Gerard Piqué el controvertido y lucrativo acuerdo por el que los saudíes abonan unos 40 millones de euros anuales a la Federación Española de Fútbol, de los que el ente federativo percibe 23,8 -20 de ellos destinados al fútbol no profesional- y otros 4 van a parar a Kosmos, la empresa del exfutbolista del Barça.
En virtud del mismo, Real Madrid y Barça, respectivamente campeón y subcampeón de la pasada Liga, ingresarán en esta ocasión 2,8 millones de euros fijos por cabeza. Al Valencia, finalista en la última edición de la Copa del Rey, le corresponden 1,7 ‘kilos’, en tanto que el Betis, su verdugo en aquella final celebrada en el sevillano estadio de La Cartuja, ha de conformarse con 750.000 euros. Otra paradoja más derivada de un polémico trato que asigna dos millones adicionales al equipo que campeone el domingo y uno al perdedor del duelo por el título. Distintos estados de ánimo Más allá de esas cuestiones pecuniarias que a todos interesan, están las cuitas deportivas de cuatro escuadras que acuden a litigar con distintos estados de ánimo. El Real Madrid viene de perder en Villarreal y ver cómo el Barça abría gas en Liga con su triunfo frente al Atlético. Pero Arabia Saudí es territorio talismán para los blancos, que levantaron las dos Supercopas de España amparadas hasta la fecha por el reino que fundó y sigue gobernando con puño de hierro la dinastía Saud: la de 2020, derrotando al Atlético por penaltis en Yeda, y la ya citada del pasado año en Riad, puesto que la edición de 2021, donde se entronizó el Athletic, tuvo como sede Sevilla a causa de las restricciones impuestas por la pandemia de la covid-19. Pese a las bajas por lesión de Alaba y Tchouaméni, Ancelotti confía en seguir la hoja de ruta de 2022, cuando el triunfo en la capital saudí abrió un ciclo de éxitos que se extendió a la Liga y a la Champions.
El Valencia tratará de poner fin a la racha de los blancos en la primera semifinal, programada para este miércoles. El conjunto de Gennaro Gattuso sucumbió el pasado viernes ante el Cádiz en Liga, pero quiere ajustar cuentas con el Real Madrid, su ejecutor hace tres años en la antesala de la final con gol olímpico de Kroos incluido. En la otra parte del cuadro, el Barça llega reforzado tras auparse al liderato en solitario de la Liga, pero, al igual que los blancos, necesita despejar las dudas que arroja su juego. Xavi podrá contar con Lewandowski, cuya sanción en la principal competición doméstica no afecta a la Supercopa. El delantero polaco será un refuerzo de lujo para una escuadra que no toca metal desde abril de 2021, cuando le ganó al Athletic la pugna por la Copa del Rey en Sevilla. La sed de gloria es un plus para los azulgranas.