Griezmann conduce la goleada del Atlético de Madrid ante el Valladolid
Con una sencillez inusual, cuando el partido circulaba por un tramo incierto, cuando era el Valladolid el aparente dominador, diez minutos de inspiración de Antoine Griezmann, Álvaro Morata y el Atlético de Madrid, entre el 18 y el 28, resolvieron un triunfo incontestable (3-0), tan extraño en este curso, para relanzar al equipo rojiblanco rumbo al derbi de la Copa del Rey y defender su territorio entre los cuatro primeros.
El bloque de Diego Simeone ganó como hace mucho no se le recordaba por el Metropolitano. Una tarde tranquila. De una forma cómoda. Un partido y una victoria redonda. Y con la contundencia que tanto extrañaba, tan crucial siempre, tan ajena para el conjunto rojiblanco esta temporada, tan vital para pensar en la clasificación en la Liga de Campeones o tan fundamental para creer en la Copa del Rey. El jueves, el Real Madrid.
Tan productiva fue la victoria del Atlético, expresada en la citada secuencia de pegada sin contemplaciones con la que noqueó al Valladolid sobrepasado el cuarto de hora, como dañina para su adversario, desbordado de repente en cuanto el equipo local se lo propuso, fulminado y entregado, goleado en 10 minutos.