Tsitsipas supera a Sinner y se postula como la gran amenaza de Djokovic
Es la oportunidad de su vida y Tsitsipas lo sabe. Con un Djokovic físicamente mermado y un cuadro muy benévolo, el griego tiene ante sí una opción clara de ganar su primer Grand Slam. Además, el premio sería doble, ya que de ganar el Abierto de Australia, se proclamaría número uno del mundo, desbancando a Carlos Alcaraz. Ayer dio otro paso de gigante al vencer, no sin sufrimiento, al italiano Jannik Sinner en los octavos de final por (6-4, 6-4, 4-6, 3-6 y 6-4).
Dos primeras mangas arrolladoras del griego, ante un Sinner que aterrizó en la Rod Laver Arena a partir del tercer set. El taliano igualó la contienda y el encuentro se decidió en un definitivo quinto set que cayó del lado de Tsitsipas, quien se puso el mono de trabajo, rompió el servicio del transalpino y no falló con su saque para certificar su clasificación a cuartos, donde se verá las caras con un actor inesperado, Jiri Lehecka.
El joven tenista checo firmó la sorpresa de la jornada en el cuadro masculino eliminando al canadiense Felix Auger-Aliassime (4-6, 6-3, 7-6 y 7-6). Lehecka, que no había conseguido ninguna victoria en Grand Slam, se planta en la segunda semana de Australia con un juego alegre y con el bagaje de haber eliminado a Borna Coric, Cameron Norrie y Auger-Aliassime.
Destacó también la victoria en cinco mangas de Sebastian Korda, verdugo de Daniil Medvedev, ante el polaco Hubert Hurkacz (3-6, 6-3, 6-2, 1-6 y 7-6). El estadounidense se medirá en cuartos al ruso Karen Khachanov, que venció por la vía rápida al japonés Yoshito Nishioka (6-0, 6-0 y 7-6).
Arde el cuadro femenino
Iga Swiatek, número uno del mundo y favorita para levantar el título australiano, cayó derrotada en cuarta ronda ante la tenista kazaja Yelena Rybakina (6-4 y 6-4). La polaca, actual ganadora de Roland Garros y el US Open, sucumbió en un partido en el que nunca estuvo cómoda.