Benzema y Kroos dan alas al Madrid en San Mamés
El Real Madrid logró una trabajadísima victoria frente al Athletic (0-2) que permite a los blancos mantenerle el pulso al Barça en la Liga y seguir recomponiéndose después de su debacle ante los azulgranas en la Supercopa de España. El equipo de Carlo Ancelotti, con una nueva guardia al timón, ofreció una versión más aplicada y armoniosa que en sus últimas apariciones frente a un Athletic valiente, aunque con la pólvora mojada.
El cuadro del Txingurri Valverde achuchó a su adversario en el descorche del pleito y le sometió en el cierre, pero no logró ser definitivo en el área de Courtois y acabó pagándolo caro. Benzema, en la primera parte, refrendó su condición de bestia negra de los rojiblancos, y Kroos, sobre la bocina, sepultó sus esperanzas de arañar un empate que llegaron a acariciar con la yema de los dedos. El farragoso escenario que afrontaba el Real Madrid en su visita a uno de los equipos más audaces e intensos del campeonato llevó a Ancelotti a prescindir de Modric y Kroos en el once para reforzar el perfil físico de su centro del campo. El italiano mantuvo a Camavinga como pivote, devolvió a Valverde a la sala de máquinas y premió el gran rendimiento que ofrecieron Ceballos y Asensio como revulsivos el jueves en Copa alistándoles de inicio. Atender a la meritocracia y los estados de forma suele ser una buena receta. Quedó constancia en San Mamés. En el bando local, el Txingurri envidó con Zarraga y Vesga para sostener la medular, asignó las bandas a Nico y Berenguer conservando a Sancet de enganche, situó a Iñaki Williams como punta de lanza y asoció a Paredes con Vivian en el eje de la retaguardia.
Fiel al libreto de Ernesto Valverde, el Athletic salió a morder con su presión adelantada a un Real Madrid al que le cuesta orquestar el juego desde su cueva sin Alaba. A ese déficit se sumaba la velocidad de los hermanos Williams, cuyas acometidas por el costado de Mendy ponían sobre la cornisa al bloque de Ancelotti. Nico dispuso de una ocasión pintiparada e Iñaki también lanzó su correspondiente zarpazo. Agua en los dos casos ante un rival que cogió poso con el paso de los minutos y sacó lustre a un talismán casi infalible cuando enfrente está el Athletic Benzema caza a Raúl Benzema, que había perdonado una buena oportunidad en el primer tramo con un remate alto tras una dejada de Mendy, tardó poco en inocular su veneno al conjunto rojiblanco, su víctima predilecta.
Trece meses atrás, dinamitó La Catedral con un doblete en siete minutos. San Mamés pasó por alto aquel mal trago y recompensó su formidable actuación con una cerrada ovación. Pese a ese gesto lleno de nobleza, el ‘9’ volvió a ser inmisericorde este domingo con los feligreses del Athletic al volear a la red un centro de Valverde que previamente había golpeado en el cogote de Asensio. Era el decimonoveno tanto de Benzema en los 28 asaltos que ha librado con los leones. Una diana que tenía además un significado especial, ya que elevaba a 228 su cuenta de tantos en la Liga y le permitía alcanzar a Raúl González Blanco en el quinto peldaño de los máximos artilleros históricos del campeonato. El regreso de la competición tras el Mundial ha reactivado al francés, que suma seis de los once goles de su equipo después del parón y vuelve a marcar el rumbo.
Kroos, casi al final del encuentro cerró el marcador y dio tranquilidad a un Madrid que mantiene el pulso.