Profesionalizar la Liga y convertirse en sociedad anónima deportiva

En un intento por revalorizar la Liga Asobal para que pueda plantarle cara al resto de competiciones europeas —evitando así el éxodo de jugadores— los clubes lograron el año pasado el sí del Consejo Superior de Deportes a convertirse en liga profesional. Un primer paso para cambiar las tornas que se hará efectivo de forma oficial a partir de la próxima temporada.

Mayor control económico de los clubes, renegociar los derechos televisivos de todas las competiciones nacionales así como una menor dependencia de la Federación Española de Balonmano son algunas de las ventajas que se encontrarán a partir de ahora. Pero lo que puede disparar —o al menos aumentar los presupuestos— será sin duda la posibilidad de transformarse en Sociedad Anónima Deportiva. Uno de los más proclives a dar el paso es el Abanca Ademar, que incluso podría someterlo a la votación de sus socios a finales de esta temporada o principios de la próxima. En la directiva valoran desde hace meses los pros y contras del cambio, aunque cada día están más convencidos que los beneficios superarían a los perjuicios.

Ser SAD abrirá las puertas a futuros inversores que puedan aportar capital a los equipos haciendo que sus presupuestos crezcan. «A mayor presupuesto más posibilidad de acometer fichajes y de ofrecer contratos más atractivos a los jugadores», remarcan varios presidentes de Asobal. No todos los equipos de la élite española opinan igual, pero tampoco aportan otras ideas para evitar la pérdida de competitividad de la Liga.