BALONMANO | LIGA ASOBAL
Panos está de vuelta en el Abanca Ademar (32-31)
El portero griego salva el triunfo de los leoneses ante Anaitasuna tras completar un partido notable en portería Juan Castro, el mejor de los de Cadenas, jugó pese a estar con muchas molestias
Salió cara sí, esta vez sí, aunque este Ademar se la juega demasiado al azar y así no hay corazón que resista ni regularidad posible (32-31). Había que ganar por lo civil o por lo criminal y los árbitros, merced a una actuación discutida por ambos clubes, casi provocaron una pelea final impropia de este deporte. Fue un partido irregular de los de Cadenas, con Juan Castro de director de orquesta pese a estar muy tocado de su rodilla y un claro protagonista sobre la pista; Panos, disfrazado de héroe. El portero completó una actuación notable bajo palos salvando a su equipo de un empate que sobrevoló el ambiente. Una parada suya en en último suspiro le dio los dos primeros puntos de 2023 a los leoneses frente a un Anaitasuna que quizá mereció más.
Intercambio de golpes y buen ritmo. Así comenzó un partido donde Ademar se jugaba no perder definitivamente el tren europeo y en el que la mejor noticia fue el regreso de Juan Castro a la pista. Sin embargo los desajustes ofensivos de los leoneses obligaron a Cadenas a pedir tiempo muerto en el minuto 11 (6-8). Santista entró por Tiago y David por Kim, pero la defensa seguía débil. Dos exclusiones, las de Boskos y Santista, caldearon los ánimos de una afición tibia por momentos como los suyos. Tanta exclusión seguida penalizó a los locales, sin que Saeid resultase salvador (8-11). Panos salió a escena en el 16 con cuatro abajo para Ademar.
El ataque ademarista, tan iluminado casi siempre, se atascó más de lo previsto gracias a la buena defensa navarra y a las repetitivas faltas en ataque de un Ademar al que le entraron los nervios demasiado pronto. Sólo Juan Castro encontraba la vía del gol. Panos hizo dos buenas intervenciones que ayudaron a frenar el ímpetu de Anaitasuna y de paso a conectar a Tiago y Boskos al duelo. No era un juego bonito, no defendía bien Ademar, pero al menos redujo las distancias con garra y a trompicones (14-15) y visto lo fácil que es desconectar a los de Cadenas no se antojó poco botín.
Anaitasuna apenas se permitía un segundo de relajación, aunque el Ademar salvó su primera pájara de la tarde equilibrando el marcador a cuatro para el paso por vestuarios (17-17). Sin grandes alardes, los de Cadenas, guiados ahora por un notable Boskos a nivel anotador, subieron el nivel y lo dejaron en tablas y todo por decidirse para el segundo acto. Buena noticia la gran actuación de Panos en portería, lo necesita el griego tanto como su equipo.
No está David Fernández para grandes florituras, pero entre el de Pucela y Castro colocaron al Ademar con un tranquilizador +2 en los primeros compases de la segunda mitad. Zapico se puso la camiseta de Antonio en el extremo y sumó sus mejores minutos de la temporada. La defensa del Ademar, unida a las paradas de Panos, dieron otro aire al equipo leonés. Kim puso el 25-21 en el 37 para alegría de la parroquia local y Domínguez tuvo que parar el choque porque Anaitasuna había caído en la red tejida por Cadenas en el descanso. Bien Ademar ahora en ambas áreas con Zapito desatado (27-22, minuto 41).
Un arbitraje discutido
Una exclusión de Tiago escandalosa trajo de golpe al Palacio a la afición marista más enrabietada en años. Lamentable el bajo nivel de los árbitros en Asobal. Castro es hoy por hoy insustituible. El capitán ademarista ordena, manda y ejecuta. Con él en pista nadie se relaja, aunque su sola presencia no es suficiente para decantar la balanza. Es momento de que Deividas, Milos y Boskos den un paso adelante hacia la regularidad. Anaitasuna no quería perderle la cara al encuentro y a falta de 10 minutos se puso solo a tres (30-27) aprovechando el bajón general de un Ademar al que sólo Panos, sobresaliente, mantuvo lejos de las llamas. Eso sí, el fuego no estaba ni mucho menos extinguido aún.
A la desesperada ya, los navarros pasaron a defender con 4-2 y un siete metros errado por Castro propició un ataque que colocaba el 31-30 en el luminoso (minuto 55). Toda la brillantez leonesa se emborronó sin que Cadenas encontrase soluciones.
Final de infarto. Castro puso el 32-31 en el 59 y Anaitasuna pidió tiempo muerto para buscar el empate. Pero sí, la vida puede ser maravillosa Panos, créeme, y esta vez tú obraste el milagro. Dos puntos de oro y tangana entre ambos conjuntos al término del encuentro sin consecuencias.
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