Gallego todavía mantiene la fe

El deportivismo está ‘de bajón’ como vulgarmente se dice. Después de realizar el primer mejor cuarto de la temporada, encajó la derrota más dura del campeonato, igualada con la de Andorra, pero en casa. Era el día de la reacción, de acercarse a los predecesores en la tabla clasificatoria y ocurrió todo lo contrario. Daba la impresión de que los partidos ante Mirandés y Lugo de los días 26 de marzo y 2 de abril podrían resultar claves para meterse de lleno en la pelea con rivales directos. Sin embargo, con el pesimismo que ahora envuelve al deportivismo y teniendo que jugar en las dos próximas jornadas ante Granada CF y Deportivo Alavés, quién más uy quién menos piensa que esos partidos sólo servirán, en caso de ganarlos, para dejar la situación más o menos como está ahora, sino peor.

A pesar de cómo se han puesto las cosas, David Gallego no arroja la toalla: «Entiendo que la gente esté disgustada, pero nosotros tenemos que trabajar y seguir insistiendo en que el equipo puede. Hemos generado tanto y hemos tenido tan poco premio y tanto castigo… Yo me voy fastidiado a casa, pero también creyendo mucho. Si el equipo compite así en las doce jornadas que quedan, estoy convencido de que los que hoy no apuestan, nos estarán abrazando porque habremos conseguido el objetivo».

Otra destitución

CD Lugo destituyó ayer a Carrillo. El preparador catalán había asumido el puesto de entrenador del cuadro gallego hace apenas un mes y con el empate logrado el pasado domingo contar el Real Zaragoza sumaba dos puntos de 15 posibles. El triunfo de la UD Ibiza en Leganés relega al Lugo al puesto de farolillo rojo. Esta entidad sigue devorando técnicos año tras año. Ya Fran Justo sólo había durado nueve partidos en el banquillo albivermello. Y suena Juanfran, que ya estuvo en el cargo y salvó al equipo en julio del 2020 contra pronóstico, para convertirse en el cuarto entrenador del Lugo en la presente temporada.