Cuenca marca el camino al Ademar

Ser o no ser Sociedad Anónima Deportiva. Ese es el dilema que desde hace meses se plantean en la directiva del Abanca Ademar, que lo considera como una gran opción para captar inversores y que el presupuesto del club leonés —que este año ronda los 1,3 millones de euros— tenga margen real de crecimiento en los próximos años. La posibilidad de convertirse en SAD llegará a partir de la próxima temporada gracias a que la Asobal pasa a engrosar la lista de competiciones profesionales de España como ya son, por ejemplo, la Primera y Segunda División de Fútbol, entre otras.

Hasta la fecha son tres los clubes que se han interesado formalmente por conocer los pros y contras de dar ese salto; Huesca, Abanca Ademar y Cuenca. Precisamente estos últimos acaban de aprobar esta misma semana —por unanimidad y en asamblea— que la directiva inicie los trámites para buscar una o varias empresas interesadas en adquirir el club, primer paso esencial hacia la conversión en Sociedad Anónima Deportiva.

Transformarse en SAD no es un requisito obligatoria para ningún club a partir de que la liga se considere profesional a todos los efectos desde la 2023-24, pero Cayetano Franco, presidente del Abanca Ademar, insiste en que las cuentas de la entidad leonesa están estancadas y por más esfuerzos que hagan el techo del presupuesto no queda muy lejos del actual. Por ahora continúan recabando información y no se descarta que antes de que concluya la presente temporada lo sometan a votación entre sus socios, que serán quienes tengan la última palabra sobre el sí o el no a la SAD.

Cuenca ha sido el primer club de Asobal en dar el paso y abre el camino del Ademar.