Regularidad constante
Hoy Domingo de Ramos, la competición continúa y la Cultural en un horario casi con el bocado en la boca recibe la visita del Linares, donde deberá refrendar esa supuesta mejoría, que parece haber cogido en las dos ultimas jornadas, terminando con esa racha negativa de lograr puntos, que estaba durando demasiado y que iba haciendo presagiar fantasmas del pasado, no demasiado lejanos.
Una nueva oportunidad que tiene el conjunto culturalista de ir corrigiendo errores, si es capaz de lograr la victoria para ir escalando posiciones en la tabla y marcando distancia con los equipos de la zona de peligro. Cada jornada que pasa, menos es lo que queda para finalizar la temporada en este año del centenario, donde la realidad nada tiene que ver con la ficción, teniendo unas aspiraciones iniciales distintas a lo que luego va sucediendo partido a partido. Las fumatas de humo blanco quedan atrás, y más cuando la reciente visita al Vaticano de una representación de la entidad culturalista para ser recibidos por el Papa, deja su anécdota para la historia. No podía ser menos, porque la Cultural en sus cien años de historia tiene para escribir casi un tipo de best seller.
Volviendo a lo meramente deportivo y aparcando los chascarrillos, el conjunto que dirige Edu Docampo debe refrendar en casa esa fortaleza y solidez, que muestra un equipo con solera y que quiere volver a la senda del triunfo. Dar credibilidad a esa recuperación en cuanto a juego y resultados tiene que ser un acicate para la propia plantilla, así como insuflar dosis de ilusión a una afición, que nunca ha dejado de creer en este equipo, a pesar de que las pretensiones iniciales creadas no se están viendo reflejadas. Pero la realidad aunque es tozuda, es la que es, y con ella hay que tirar, por eso el factor campo debe aprovecharse para afrontar el resto de la competición con más tranquilidad. Los pequeños detalles serán claves en el devenir del encuentro, donde el resultado final pondrá a cada uno en su sitio.