David Gallego deja la Ponferradina sin mejorar los números de su antecesor
Mal acaba lo que mal empieza y podemos decir que éste es el resumen de la temporada, aunque ésta aún no ha finalizado y el último movimiento hecho por la Deportiva va encaminado a lograr el milagro. Pero la temporada ya se torció muy pronto. Con la derrota ante el Eibar de la jornada 3 y las dos siguientes en casa contra Real Zaragoza y Real Sporting se bajaba rápidamente el suflé de los dos triunfos iniciales. Todos los jugadores parecían ser ya peores de lo que son y a finales de octubre el equipo ya estaba en descenso. Desde entonces el equipo salió y entró en el mismo, pero desde hace ya más de dos meses y medio no ha abandonado la zona roja.
Una bronca de la grada tras igualar a un gol con el Real Oviedo el 20 de noviembre llevó a José Gomes a dimitir. Llegó David Gallego, que frenó la sangría de goles encajados, pero el equipo empezó a adolecer de una alarmante falta de pegada. Desde el aterrizaje del preparador catalán, la Ponferradina sólo ha ganado tres partidos -todos en casa- (1-0 al Lugo, 2-1 al Villarreal B y 1-0 al Deportivo Alavés) y ahora se encuentra a seis puntos de la zona de salvación, cuando sólo restan siete jornadas para acabar el campeonato. Además, de los 19 partidos en los que estuvo en el banquillo, en 11 la Deportiva no marcó. Cogió el equipo 18º con 17 puntos, uno sobre el descenso, y lo deja 19º con 35, a los referidos seis de la zona de permanencia.
David Gallego siempre se mostró optimista sobre poder sacar adelante la situación, y el domingo tras la derrota, volvió a dejarlo claro.