Haaland se cita con el Madrid
El Manchester City recogió lo que sembró días atrás en tierras británicas y se citó para otro duelo de gigantes en la semifinal de la Liga de Campeones ante el Real Madrid. Será la décima vez que Pep Guardiola dispute esta ronda en catorce participaciones en la máxima competición. El técnico catalán tenía asumido que su exequipo -al que dirigió durante tres años- le pondría en dificultades pese al 3-0 cosechado en el Etihad Stadium. Al final el 1-1 de la vuelta lo decía todo.
Los locales necesitaban un rendimiento totalmente distinto al reflejado en Inglaterra, donde quiso contener al rival y terminó arrollado por un vendaval. El City es una de las maquinarias mejor engrasadas de Europa y el Bayern debía apretar hasta el final pero empezando por el inicio. Había urgencias en los de Thomas Tuchel y ninguna en los visitantes, que preferían dormir el balón. Lo intentaba el velocista Coman como argumento ofensivo por su banda sin encontrar finalizador.
Por la otra entraba Sané, que no estuvo fino en la finalización cuando se quedó solo ante Ederson. Mandón el Bayern, que insistía con el atacante alemán y el extremo francés por uno y otro costado. Si los locales cogían aire ahí asomaba el talento de Bernardo Silva, capaz de abrir espacios en una baldosa de juego. Dormía el duelo el City y lo animaba el desafortunado Upamecano, que evitó ser expulsado gracias a que Erling Haaland se encontró en un fuera de juego muy justito que el VAR revisó cuando el internacional francés ya había visto la roja. El galo volvió a ser Mr Hyde en una pésima noche y con una mano tonta ante un disparo de Gündogan cometía un penalti que el atacante noruego mandó sorprendentemente a las nubes. El mundo descrubría que el noruego es un ‘cyborg’ muy humano. El atacante de moda puede fallar dos, pero pocas veces tres. El ‘dios nórdico del fútbol’ siempre acude puntual a su cita con el gol y esta vez fue para dar el golpe de gracia a los bávaros con resbalón incluido de Upamecano, que soñará con el vikingo y el Valhalla. El ariete marca en esta Champions cada 45 minutos y en el Allianz llevaba bien puesto el reloj.
Los augurios no estaban establecidos para que los de Thomas Tuchel pudieran lograr la hazaña de la remontada ante el gran favorito al máximo título europeo. Desesperado el conjunto de Múnich al que no le salía nada. No subía al marcador un gol de Tel por fuera de juego y solo quedaba insistir por orgullo. El Bayern sigue viviendo en un mar de dudas y el mes de disturbios de los alemanes se ahonda tras la eliminación.
Al Guardiola del Bayern y al del City le persigue la sombra de no ganar la Champions desde Wembley 2011, cuando besó con el Barça de Messi la Orejona. Ahora Pep cuenta con algún que otro factor diferencial como Haaland, el delantero casi perfecto, capaz de firmar 48 goles en 41 partidos esta temporada.
Una locura inalcanzable para cualquier otro depredador del área. Es la pieza que necesitaba el de Sampedor para entregarle el sueño europeo al club de los petrodólares de una vez por todas.