Diario de León

Sangre, sudor y lágrimas para salvar a la Cultural

Un objetivo más que menor que Aspire pretende asegurar para evitar una catástrofe sin igual desde que adquirió el club en 2015

MIGUEL F. B.

MIGUEL F. B.

León

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La permanencia de la Cultural en el Grupo I de Primera Federación se ha convertido en el único objetivo del equipo leonés en una temporada tan especial como ésta del Centenario, una meta más que menor, pero que es necesario conservar porque Aspire adquirió en diciembre de 2015 la sociedad futbolística leonesa para no caer en un pozo tan profundo como sería la Segunda Federación. Si el equipo leonés ha sobrevivido hasta este momento histórico del Centenario, pese a sus fracasos deportivos y tantas agónicas situaciones económicas, es porque detrás de él ha tenido un grupo de incondicionales que nunca le ha fallado, ni en los peores momentos, cuando ha estado al borde de la desaparición, y también por una ciudad que ha sido comprensiva siempre para que se apoyara al club en su intento de evitar cualquier desgracia, en este caso deportiva. Por ello, el encuentro frente al Celta B del domingo en el Reino de León (12.00 horas) es la primera de las cinco finales para salvar la categoría de la tercera división del fútbol nacional, pese a que la gestión del club deje mucho que desear en casi todos los sentidos.

La Cultural mantiene la línea irregular que lleva durante el campeonato de Liga y en estos momentos mira únicamente hacia la permanencia en la Primera Federación, después de la derrota ante la AD Mérida, en un encuentro para el olvido, sin buena imagen ni juego. Un desastre de principio a fin, que no llama al optimismo de una parroquia que ya no confía en nadie. Ni en el entrenador, ni en los futbolistas, ni en la dirección deportiva, ni tampoco en la cúpula que guía con sucesivos desaciertos y desmanes un club deportivo a su antojo, aunque por encima de todo, absolutamente todo, hay una afición desanimada y hastiada de lo que se decide y se hace con una Cultural que cuando pintan bastos se les pide y hasta se les exige a sus incondicionales seguidores un apoyo incondicional para este domingo frente al filial del Celta, un conjunto repleto de chavales que sueñan con ser grandes de Primera División en el mejor fútbol profesional español. Todavía resta por echar mucha sangre, sudor y lágrimas para igualarse con una afición orgullosa de su Cultu. Y sin Tarsi ni Jesús Álvarez, este domingo.

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