Cinco años de trayecto para convertirse en uno de los grandes valores españoles

Leonardo Vinicius ya no es un proyecto de futuro en el skateboarding sino toda una realidad. Y todo con 11 años y apenas cuatro meses, una edad en la que merced a una pócima que le ha servido para ir abriéndose caminos (‘trabajo, trabajo y trabajo) aparece ya junto a su skate en un escenario de honor.

Desde aquel diciembre de 2017 ha ido recorriendo estaciones para acelerar desde hace dos años y hacerse un sitio en el nivel Pro. Y con una edad tan temprana que a buen seguro le reportará muchos años de protagonismo entre la élite.

Su padre, José Manuel, es el que ejerce de entrenador. Como reconoce, ha ido aprendiendo junto a su hijo en un deporte que le tiene deparados notables jornadas de éxito a Leonardo. Y que requiere también de una preparación exigente. Sin olvidarse de los estudios y quehaceres de un niño de su edad. «Se levanta a las seis de la mañana y media hora más tarde se pone a entrenar», apuntaba hace unos meses a este diario su progenitor. Todo está bien estudiado ya que a esas horas, y con el estómago vacío, es como mejor se puede acometer un reto diario que abarca unas dos horas. Mucha satisfacción pero también algún que otro golpe. «Es todo un profesional. Y una persona muy madura para su edad», remarca José Manuel.

Y es que el propio Leonardo Vinicius es el que no pone reparos para prepararse a tope. Sus cualidades y también un trabajo en el que la exigencia se solventa con la dedicación son parte de unos argumentos que han llevado a hacerse, con esos diez años, a hacerse un nombre en un deporte en el que precisamente dentro de unos días buscará sumar un nuevo éxito, en este caso en los XGames de Japón.