Dos meses de buena pesca
La temporada transcurre en clave positiva con la única amenaza de la falta de precipitaciones para que pueda extender este escenario hasta el 15 de octubre
La temporada de pesca en los ríos leoneses cumple dos meses de actividad. Y lo hace marcada por la normalidad aunque mirando al cielo para que esta no se vea afectada por la falta de precipitaciones, condicionante también de los caudales.
Se anuncian precipitaciones y esos pronósticos son buenos para una campaña que sigue mostrando una notable presencia de aficionados en los ríos de la provincia. Claro está, unos más que otros, pero siempre marcando una tendencia positiva que refrenda el buen escenario que es siempre León para esta actividad.
Entre los ríos hay que destacar a algunos como el Bernesga en el que la densidad de truchas está siendo más que destacada. Y muy cerca de la ciudad de León. Algo que sin duda es un dato a tener en cuenta en estos dos primeros meses de actividad.
Buenos caudales, una gran cantidad de truchas y una temperatura favorable se han erigido como argumentos que están jugando a favor de los aficionados. Y con un acento especial para la climatología, más benévola de lo que pudiera haber sido habitual en las mismas fechas de años precedentes. Ríos como el Órbigo, el Esla o el Porma en el caso de los regulados son un escenario en el que, especialmente en las horas más templadas, la actividad pescador-trucha está siendo bastante destacada. Con ejemplares de destacado tamaño, prueba de que se han alimentado bien en la temporada invernal. Y todo para una campaña que acabará el 31 de julio en los ríos no regulados o de montaña salvo alguna excepción y el 15 de octubre en los regulados por embalse.
Los pescadores esperan que esa situación no se vea alterada al menos durante el mes de junio y a ser posible en un mes de julio en el que los caudales ya empiezan a mostrarse bajos y en algunos casos poco proclives para la actividad de la caña y el sedal.
Hasta ahora se puede decir que salvo excepciones los aficionados a la pesca, que en la provincia son muchos y también muy buenos, pueden sumar jornadas en clave favorable. Y también los procedentes de otros puntos de la geografía nacional que también disfrutan de los más de 2.000 kilómetros de masas de agua existentes en la provincia tanto en los cotos como en los Arecs y EDS.
Y en eso tiene mucho que ver también la presencia de muchas y en bastantes casos de un gran tamaño, de la pieza estrella de los ríos leoneses, la trucha.
Y al menos hasta el 31 de julio los aficionados podrán compaginar su pasión en dos escenarios, la de los ríos regulados por embalse y los de montaña. A partir de esa fecha y salvo algunas excepciones los de montaña bajarán el telón a la actividad de la pesca extendiéndose al 15 de octubre en los regulados.
Tiempo queda todavía por delante para que la temporada pueda mantener su tono y con ello los ríos de la provincia sigan manteniendo la actividad y movimiento a través de la pesca.