Benzema: «Era el momento de irme»
El delantero se despide del Madrid con 25 títulos y pone rumbo a Arabia
«Quería terminar en el Real Madrid, pero en la vida a veces hay otra oportunidad». Con estas tímidas pero sentidas palabras cerró Karim Benzema una de las etapas más gloriosas en la historia del fútbol, la protagonizada por un jugador único cuyas botas impregnaron de arte todos aquellos campos a los que embelesó con su talento. «Muchísimas gracias al Real Madrid, a mis compañeros. Fue un camino bueno en mi vida. He tenido la suerte de realizar mi sueño de niño», comenzó su intervención el lionés en un emotivo acto institucional en el que expresó su amor eterno por el club de Chamartín al término de catorce campañas inolvidables que le han servido para erigirse en uno de los iconos por excelencia de la entidad que encabeza Florentino Pérez, el hombre que acudió personalmente a su domicilio en el verano de 2009 para convertirle en uno de los principales heraldos de su segunda etapa al frente del Real Madrid y que ayer, cinco Champions y otro puñado de títulos después, se despidió del ariete con el cariño que se profesa al familiar más querido.
«Gracias al presidente, que hace mucho tiempo, con apenas 21 años, fue a mi casa, con mis padres. Cuando te vi dije: ‘es el hombre que ha traído a Zizou y a Ronaldo y ahora me quiere en su equipo’», recordó Benzema en una solemne comparecencia sin preguntas en la que estuvo arropado por sus hasta ahora compañeros Courtois, Modric, Lucas Vázquez y Nacho, embajadores del club como Raúl González, Roberto Carlos y Arbeloa, el técnico Carlo Ancelotti y la plana mayor de un Real Madrid al que Benzema nunca olvidará. «Es imposible porque es el mejor club de la historia», remarcó el atacante, que, sin embargo, tendió la vista al frente. «Es el momento de irme y ver otra historia», explicó.
«Es un día un poco triste porque voy a dejar este club y me hace daño», reseñó Benzema, que aclaró que tomó con los suyos «una decisión muy difícil» pero subrayó que guardará en su corazón al equipo de su vida. «El Real Madrid siempre va a estar como mi familia», arguyó antes de despedirse con el mismo grito que profirió catorce años atrás cuando saltó por primera vez al Santiago Bernabéu: ¡Un, dos tres, Hala Madrid!.