Modric lidera a Croacia para sellar en la prórroga el billete a la final
Croacia espera en la final de la Liga de Naciones a España o Italia, tras exhibir las señas de identidad que la instalaron en la élite, su carácter combativo y el orgullo infinito al ritmo que marca Luka Modric, remontando al anfitrión, Países Bajos, en la segunda parte y rematando su proeza en una prórroga que la acerca al primer título de su historia (2-4).
Ese sello eterno que adquirió Croacia en varios Mundiales, llegando a ser subcampeón en Rusia 2018, lo exhibió con todo en contra en Róterdam. Siempre obliga al rival la guerrera Croacia, a la que jamás se puede dar por muerta. Con un espíritu de lucha que se hereda entre generaciones y que aún representa Modric en el campo. Referente absoluto de su equipo pese a sus 37 años. Firmando una exhibición para el recuerdo.
Levantó de la lona a su selección inventando un penalti. Gakpo, clave en fase ofensiva de Países Bajos, descolgándose de la punta, abriendo espacios que aprovecharon Simons, que probó a Livakovic a los 18 minutos, y Malen. Cuando el movimiento del 9 descolocó la defensa croata y una triangulación veloz, al primer toque, le presentó al extremo un buen balón para cruzarlo a la red a los 34 minutos.
Vencía Países Bajos, con todo a su favor, cómoda con balón y sin sufrir agobios de una Croacia que supo esperar su momento. Con más poso de equipo formado y confianza en sus virtudes. Perdonó el equipo de Ronald Koeman cuando pudo dañar. Y lo pago caro a pesar de que forzó la prórroga. Pero Croacia es mucha Croacia y más en un torneo a cara o cruz.