Cuenta atrás para una media veda que se espera mejore un mal 2022

La media veda está un poco más cerca. Y con unas perspectivas que transitan entre las dudas y la esperanza por parte de los cazadores de que al menos los números y las sensaciones mejoren respecto a un 2022 que resultó bastante deficiente. Material, en este caso cinegético, existe, aunque todo dependerá del entorno y las circunstancias que rodeen a especies como la codorniz.

Por el nivel de anillación se puede decir que desde la Federación Leonesa se ha constatado una entrada más que destacada de este ave. La primera premisa se cumple. Y ese es un buen paso. Pero no el único. El entorno marcará si se dan polladas y estas son lo suficientemente numerosas para que la media veda, prevista este año en Castilla y León del 15 de agosto al 17 de septiembre, cambia los parámetros de los últimos años en el que las nubes fueron más persistentes que los claros.

La actividad agrícola y ganadera así como la climatología son condicionantes que pueden jugar a favor o en contra y eso representa otro elemento importante a tener en cuenta para que las perspectivas vayan por un camino o el otro.

Otro ‘protagonista’ de la media veda es el conejo. Y ahí se puede decir que como sucediera en los últimos años los números apuntan a ser positivos. Incluso mejores lo que sin duda alguna puede convertir la primera prueba de fuego de la temporada de caza en loable. Sería con la media veda dentro de la caza menor con vistas a la temporada ‘grande’. Eso sí, todo habrá que comprobarlo sobre el terreno y cada vez queda menos tiempo para ello.