Sergio García mira a París 2024
El jinete leonés participará desde el 13 de julio en una prueba de la Copa de Naciones de doma clásica formando parte del equipo español Sueña con estar en las olimpiadas
El joven Sergio García Bermejo coloca a León en el mapa internacional de la hípica. LUKASZ KOWALSKI
El joven jinete leonés Sergio García Bermejo ha colocado a León en el mapa internacional de la hípica, en la modalidad de doma clásica, después de que decidiera, con tan solo 19 años, buscar algunas de las mejores escuelas de este deporte en Alemania y Holanda, donde ahora reside, para lograr su sueño de ser olímpico.
Del 13 al 17 de julio en Falsterbo (Suecia) participará en una prueba de la Copa de Naciones de doma clásica formando parte del equipo español integrado por los olímpicos Borja Carrascosa y Severo Jurado junto con Cristian Tudela.
El siguiente salto le conduciría a la prestigiosa yeguada Stal Hexagon, en Países Bajos, donde ahora reside y desde donde ha iniciado un camino hacia la élite internacional en la doma clásica que, en la actualidad, está dominada por las amazonas, con la británica Charlotte Fry como la actual número uno mundial. García Bermejo se muestra orgulloso de que la hípica sea, recalca, quizá el deporte «más igualitario» ya que compiten hombres y mujeres sin tener en cuenta ni distinguirse el género y ello se traduce en que, por ejemplo, en la especialidad donde él compite haya predominio femenino.
«Quizá debería de ser más habitual en algunas disciplinas poder competir hombres y mujeres, siempre que no existan diferencias de otro tipo, pero lo más habitual es que sean las amazonas las que tengan mayor tacto y sentimiento con el caballo», reconoce.
Precisamente esta es una de las virtudes que adornan, dice, a los jinetes españoles frente a otras escuelas, fundamentalmente europeas, como la alemana, británica u holandesa «porque la forma de montar, puede que sea menos metódica que en estos países, pero si hay un plus, al menos es lo que dicen, por un mayor arte y sentimiento». Su primera gran competición llegará en unos días en tierras suecas donde intentará dar el primer paso hacia su sueño olímpico que, en el caso de París 2024 quizá le llegue demasiado prematuro, pero sin que suponga que desfallezca porque prefiere «mirar a largo plazo y seguir peleando sin descanso».
García Bermejo defiende, por encima de la importancia del caballo el factor humano «porque el jinete sigue siendo fundamental».