La Bañeza hace historia y Fuertes pasa a ser leyenda
El piloto valenciano, con diez triunfos, se erige en el más laureado del Gran Premio Miles de aficionados vibran en la ‘Ciudad de la Moto’
La Bañeza ha sido siempre escenario de gestas, triunfos históricos y de faenas para el recuerdo a cargo de grandes campeones. Desde mediados de los años 50 del pasado siglo hasta nuestros días el trazado urbano ha ejercido de notario de un puñado de crónicas que ya son leyenda. Y la de ayer puede incluirse en ese apartado. Y con un protagonista que desde Valencia se ha convertido en leyenda, Sergio Fuertes.
Lo tenía en su mano porque el piloto de Montesa aterrizaba en un escenario con el que siente tan cómodo dispuesto a poner fin al empate con otro mito, Javier ‘Barrina’ Oltra, como los más laureados en la historia, y ayer se cumplían 62 ediciones, del Gran Premio de Velocidad. Ambos lucían nueve tras el triunfo el pasado año de Fuertes en su categoría fetiche, las Clásicas 2 Tiempos. Pero ayer el cielo, con un sol radiante, iba a iluminar y ante cerca de 70.000 aficionados, la décima.
En los entrenamientos del sábado lo dejaba claro. El día había llegado y no había que malgastar una oportunidad que podría no presentarse más. Pero faltaba poner la guinda y ayer Sergio, el más ‘Fuertes’ del Gran Premio hacía un ejercicio de consistencia.
Desde el principio. Y como todo un campeón. Apenas dejó un giro para que Juan Carlos Espi luciera su carenado en primera posición al paso por la meta. Luego empezó su monólogo.
Vuelta a vuelta su ritmo que llegó a superar por poco el 1:16, le permitía allanar el camino hacia la victoria. Por detrás Alejandro Martínez Mas, que en esta edición había decidido doblar opciones sumando a Moto3 las Clásicas, y Juan Carlos Espi iban a mantener una reñida pugna por escoltar a Fuertes a su derecha.
O lo que es lo mismo, en el segundo puesto del cajón.
Espi (Bultaco) era el que realizaba los giros en ese puesto pero con Martínez Mas (Bultaco) a su estela. Por delante ya con una decena de segundos de margen, Sergio saboreaba el dulce placer de convertirse en leyenda. Ni esa renta le hizo bajar el ritmo, aunque eso pudiera conllevar el riesgo de una caída. Quería ganar a lo grande para que ese resultado quedara en los anales del Gran Premio de Velocidad. Y lo hizo para deleite de los miles de aficionados que no dudaron en aplaudir ovacionar su última vuelta. Tampoco la de ‘regalo’ que ofreció el valenciano. La ‘Décima’ ya estaba en su zurrón cuando segundos antes de los 13 minutos de carrera completaba las diez vueltas como triunfador. Lo hacía dejando claro que el paso de los años no es obstáculo para que cada mes de agosto ponga a punto su montura y disfrute en La Bañeza de una pasión que también le reporta buenos momentos.
Con el número 16 en su carenado aún mira a esa cifra, tal vez lejana, pero no tanto para un piloto que aún sueña con más podios.
Eso sí, va a tener que sudarlo frente a rivales de altura en los próximos años entre los que aparece un Martínez Mas capaz de adaptarse a cualquier motocicleta.
Por detrás Martínez Mas lograba superar a Espi para vestir su estreno en las 2 Tiempos de plata. El propio Espi completaba el cuadro de honor y algo más lejos se quedaban con la miel en los labios pero satisfechos del trabajo realizado José Antonio Bocija (Ossa) y Sergio Romero, cuarto y quinto.