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Un árbitro con alma profesional

La Federación reconoce y honra a José Antonio Martínez Alas por su excelente trayectoria de 30 años como colegiado tanto en la cancha como en los despachos

José Antonio Martínez Alas posa junto al reconocimiento merecido por sus años en el arbitraje. DL

León

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José Antonio Martínez Alas (Boñar, 1960) recibió un merecido reconocimiento por su dilatada trayectoria arbitral por parte de la Real Federación Española de Fútbol, después de 13 temporadas en la máxima categoría del fútbol sala nacional y tras 17 años como delegado de partidos de Primera y Segunda División. Esta concesión por parte del ente federativo no es más que concederle lo mucho que ha dado por el arbitraje y su evolución constante.

Martínez Alas también ocupó el cargo de presidente del Colegio de Árbitros durante ocho temporadas, las que van desde 2006 a 2014. Además asume funciones de vocal informador de fútbol sala para la Federación de Castilla y León de Fútbol.

«Sigo trabajando en la Comisión de Fútbol Sala en la Federación de Castilla y León y también en la Comisión Técnica Nacional de Fútbol Sala», expresa una persona que será arbitro mientras viva, porque es algo que llevará siempre consigo.

Una carrera arbitral de 30 años que la define el propio José Antonio Martínez Alas «como algo que me apasiona cada día. Sigo sintiendo el arbitraje por mis venas como algo que no me puede faltar nunca», manifiesta.

El propio árbitro leonés mantiene: «La ventaja que he tenido es que he conocido el mundo arbitral desde todas las perspectivas, como árbitro, directivo e informador».

Martínez Alas enumera la gran cantidad de encuentros que arbitró mientras estuvo en activo como colegiado: «Llegué a dirigir 120 partidos en la élite de Primera División de fútbol sala». Y es que verdaderamente es algo muy importante lo que ha desarrollado este árbitro leonés mientras permaneció pitando por todas las canchas de juego de la geografía nacional».

Su labor arbitral siempre ha sido muy destacada por el ente federativo y también una persona muy querida por el colectivo de colegiados que han estado a su lado a lo largo de esta trayectoria inigualable e impecable durante el desarrollo de sus funciones arbitrales. «Quiero mencionar a Carlos Calzón y Roberto Toral como compañeros de fatigas».