Calor y ausencia de lluvias no juegan a favor de los pescadores

Pocas lluvias, menos agua y por tanto caudales más bajos para la pesca. Este es el panorama que han podido comprobar en primera persona los pescadores a los que el gusanillo de esta afición no se les ha ido de vacaciones. Ni lo hará hasta que baje el telón en los ríos regulados el 15 de septiembre. Para los regulados la actividad, y salvo excepciones, ya cesó el pasado 31 de julio.

La temporada, hasta ahora, parece transcurrir como se esperaba con números buenos en los picos altos y cuando la situación de los ríos empeora menos productiva.

Las precipitaciones y tiempo favorable de principio de temporada y primeras semanas de actividad han contribuido de una manera decisiva al igual que en fechas ya algo lejanas también varios días de lluvias que hicieron que los caudales no bajaran en exceso a pesar del calor.

Si se ha de apuntar a diferentes ríos que por características y condiciones favorables han traído consigo muchos días satisfactorios para los pescadores en cuanto a los no regulados, como viene siendo la tónica habitual desde hace unos años el Torío y el Bernesga comandan los apuntes positivos.

Y mirando ya a los regulados en alguno de sus tramos el Porma, Esla, Sil y Órbigo se han llevado la palma.

Ahora toca mantener la afición a sabiendas de que la falta de precipitaciones y las altas temperaturas no son un condicionante que juega a favor. Todo lo contrario. Pero eso ya l saben los pescadores para los que la climatología siempre juega a favor o en contra. Y lo sigue haciendo.