La Deportiva pidió protección a la Virgen de la Encina para la nueva temporada que está a punto de comenzar
Como cada año en la previa del arranque liguero, la SD Ponferradina acudió a la basílica de la Encina y al convento de las Madres Concepcionistas. Se trata ya de una tradición que se da en todos los clubes de nuestro país y que consiste en encomendarse al patrón o patrona de la ciudad de cara a encarar la temporada. Pedir una ayuda divina, que las lesiones esquiven a los jugadores o que el patrón guíe por el buen camino a los integrantes del club son los objetivos de este encuentro. Los dirigentes, técnicos, futbolistas y empleados de la entidad berciana lo hicieron en la tarde de ayer, depositando como siempre ante la Virgen de la Encina la camiseta de la temporada y un ramo de flores con los colores del club. Luego, de forma más distendida, llegó la visita a las monjas de la calle del Reloj. Este año hay tantas caras nuevas que el presidente, José Fernández Nieto, tuvo que presentar a casi todos los presentes en el convento