La Fiscalía acorrala a Rubiales
El ministerio público ofrece a Jenni Hermoso formalizar su denuncia tras el «beso no consentido» del presidente de la Federación en la final del Mundial
Se estrecha el cerco judicial contra Luis Rubiales. A la suspensión que le impuso la Fifa, se suma la vía de los tribunales deportivos iniciada por el Gobierno mediante denuncia del CSD ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo previa a su inhabilitación, y ahora también un camino que podría condenar al alto dirigente del fútbol español a penas de cárcel por un delito de agresión sexual cometido en el extranjero.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional dio ayer el paso hacia adelante que estudiaba desde hace días y abrió diligencias de investigación contra Rubiales por ese beso supuestamente no consentido a la jugadora Jenni Hermoso y todo lo que vino después. Sobre su mesa dispone de media doncena denuncias de particulares o asociaciones, pero se resistía a abrir un proceso contra el dirigente sin que mediara denuncia de la propia jugadora.
El comunicado emitido el viernes por Hermoso en el que confirmó que se sintió «vulnerable» y «víctima de una agresión» por parte del máximo responsable del fútbol español, es decir, su jefe, modificó el rumbo del caso y permitió a la Fiscalía concluir al que debía actuar.
En su decreto, este organismo invita a la jugadora a formalizar ante el ministerio público la denuncia que públicamente hizo contra Rubiales. El ministerio público da un plazo de 15 días a Hermoso para que se ponga en contacto con ese departamento «a fin de informarla de sus derechos como víctima de un presunto delito de agresión sexual» en el marco del artículo 178 del Código Penal. Para este delito se establece entre uno y cuatro años de cárcel para quien realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona.
Las diligencias abiertas contra Rubiales son, por ahora, preprocesales. Eso significa que todavía no hay una causa abierta, sí unas primeras pesquisas de la acusación pública para determinar si hay indicios suficientes para pedir que se actúe contra Rubiales. Empero, a la vista de las declaraciones de la futbolista, la Fiscalía entiende que «el acto sexual sufrido» por la futbolista «no fue consentido». «Atendido el momento extraprocesal en el que nos encontramos y lo inequívoco de sus declaraciones, es preciso determinar la trascendencia jurídica de las mismas», detalla en su escrito.
El Código Penal establece que para proceder por delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales será precisa «denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio Fiscal». En la práctica, la Fiscalía solo actúa de oficio en estos casos cuando las víctimas son menores o especialmente vulnerables, como personas discapacitadas. Por eso, si Hermoso rehúsa presentar denuncia, el caso previsiblemente se archivará.