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El Clínica se impone en Melilla

Los bercianos completan un partido notable y saben sufrir para llevarse el triunfo Consiguen su primera victoria de la temporada con un gran Juan Hierrezuelo

Los jugadores del Clínica Ponferrada celebran el triunfo frente al Melilla. CLÍNICA PONFERRADA

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León

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El Clínica Ponferrada SDP sumó su primera victoria de la temporada al derrotar a domicilio al Melilla Ciudad del Deporte Enrique Soler en la tercera jornada liguera (76-84). Los de Oriol Pozo una vez más volvieron a mostrarse como un equipo muy irregular capaz de descontrolarse en cuestión de segundos y ceder mucha renta, pero en esta ocasión sí tuvo más acierto de cara al aro y con cinco jugadores por encima de los diez puntos y un gran Moncanut acabó doblegando a los de Alejandro Alcoba.

Con problemas en un de los aros de la pista el partido comenzó con retraso y un conjunto local muy fuerte en el rebote ofensivo pero también bastante fallón, lo que castigó Hierrezuelo con un triple liberado tras asistencia de un Córdoba que en segundos haría otro más (0-8 antes del 2).

El local Jaxon Knotek con un triple y el espigado Lamine haciendo daño en la pintura iniciaron las hostilidades en un segundo cuarto donde al equipo le faltó ideas en ataque y fue víctima de esa precipitación exhibida en los dos primeros partidos de Liga (22-29 en el 4).

En el reinicio se vería un primer tramo bastante alocado con mucho fallo de ambos y después un bonito intercambio de puntos que no duraría demasiado pues de nuevo el partido se convirtió en un corre calles donde nadie supo poner orden.

Todo parecía decidido pero está claro que el Ponferrada es un equipo incapaz de controlar los partidos y que en cuestión de segundos es capaz de mostrar su versión más alocada. Así el Enrique Soler de la mano de su base Luis García, que anotó triples dirigió y sacó faltas, consiguió sumar un parcial de 12-2 en apenas tres minutos que ajustaban el marcador muchísimo y obligaban a Oriol Pozo a parar el juego y remover su banquillo porque los que estaban en pista no podían hacerlo peor.