Rodrygo y Bellingham, letales
El Real Madrid extendió su firmeza europea en Braga (1-2), con dosis de sufrimiento, para dejar más que encarrilado su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones con su tercer triunfo consecutivo, el día que Rodrygo recuperó el gol y Jude Bellingham extendió su racha goleadora.
Los datos de Rodrygo eran impropios para un delantero del Real Madrid. Más aun en el curso en el que debe dar un paso adelante sin Karim Benzema en la plantilla, asumiendo una responsabilidad goleadora ante la que no respondió desde el primer partido del curso, cuando marcó en San Mames. Once partidos sin gol, hasta que 40 disparos después se quitó una losa de encima. Sin tiempo para pensar en la definición ni en los fantasmas que le acechaban. Por voluntad, lanzándose con todo a un regalo de Vinícius.
La conexión brasileña cambió el rumbo de un partido que había arrancado con el Braga mostrando buen gusto con el balón. Y eso que traicionó su espíritu ofensivo protegiéndose con una defensa de cinco y la extraña suplencia de Bruma, su futbolista más desequilibrante. Las carencias defensivas impulsaron las decisiones de Artur Jorge. En 16 minutos jugaban en su contra.
En la semana de clásico, con un once con rotaciones de Carlo Ancelotti, el Real Madrid se permitía regular esfuerzos. En la segunda parte, en exceso. Vinícius hizo siempre daño cogiendo la espalda de la defensa. A impulsos llegó el Braga, que no logró inquietar a Kepa en el primer acto, protegido por Bellingham y Rüdiger en los dos disparos de mayor peligro. Bellingham anotó el segundo para el Madrid y Djaló sólo redujo distancias.