Diario de León

BALONMANO | LIGA ASOBAL

Regreso triunfal del Ademar a su Palacio (39-27)

-El conjunto leonés somete al Cangas en un gran encuentro colectivo que lideraron Saeid y Juan Castro

Partido de balonmano Ademar - Cangas. F. Otero Perandones.

Partido de balonmano Ademar - Cangas. F. Otero Perandones.

León

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Sin tres gradas habitables sí, con una lona que tapaba parte de la operación estética y el frío colándose por los costados, pero sí, al fin en su Palacio (39-27). Y ahí el Ademar decidió que era momento de ahuyentar fantasmas y dejarse de tratos ni trucos. Sólo valía ganar y Cangas pagó los platos rotos de tanta espera. Un encuentro que los leoneses cocinaron a fuego lento, sin grandes alardes, aunque muy seguros de sí mismos, sobre todo en el segundo acto, donde redujeron a su rival a la mínima expresión. La afición no quiso fallarle a los suyos y cumplió su parte del cometido. Del resto se encargaron los de Gordo en un notable partido defensivo que dio alas y margen para recrearse en ataque. Juan Castro y Saeid fueron los mejores en la segunda victoria marista de la Liga. 

Un primer tiempo que empezó con un Santista enchufado en la faceta goleadora al que nutrían de buenos balones sus compañeros aprovechando la defensa adelantada de Cangas (4-4, minuto 6). Sin embargo los gallegos, con un parcial de +4 noquearon a un Ademar lento en los pases y desajustado atrás. Gordo tuvo que pedir tiempo muerto (4-6) para calmar las aguas. Y funcionó el parón, más que por la claridad de juego de los leoneses por la clarividencia para encontrar huecos donde no los hay de Juan Castro (7-6).

El problema con los penaltis no se ha quedado en Astorga y Carlos falló en su primer intento, aunque poco a poco los de Gordo subieron la intensidad en ambas áreas, lo que ayudó notablemente a que el equipo corriera más y sus opciones aumentaran a la hora de de lanzar. Milosavljevic tomó responsabilidad, se alió con el capitán y Ademar sembró de dudas a los visitantes (11-7, minuto 16).

Llegó entonces una fase de intercambio de golpes, de frenar en seco a Castro y de cabreo general con algunas decisiones de los árbitros, muy permisivos con la dureza de los centrales de Cangas. Saeid ayudó con buenas intervenciones a mantener a su equipo por delante, pero la sensación era que no había dominador, ni estilo de juego predominante. Rodrigo, esta vez sí, salió del banquillo muy acertado en el tiro y en las asistencias (17-15, minuto 25).

Ademar rompió la igualdad en el tramo final para marcharse 20-16 al descanso y lo que es más importante, ahora sí siendo dominador merced a su defensa.

Dos malas defensas de Wasiak, unidas a un verde Adelino, hicieron que Gordo optara por colocar a Carlos Álvarez de lateral con Zapico en el extremo. Cangas cometía demasiados errores en sus transiciones y lanzamientos al tiempo que Santista, muy centrado, ampliaba la ventaja hasta +5. Castro, a renglón seguido anotaba dos más para alegría de un Palacio entregado a la causa (26-19, minuto 37).

El Ademar se lo empezó a creer, con cautela sí, pero mucha determinación. El tándem Martín-Milos en defensa funcionó a las mil maravillas, Rodri hizo de Castro y Saeid siguió a lo suyo para desesperación de un Cangas que se vio realmente superado por el gran trabajo colectivo de los ademaristas en la retaguardia. Y cuando hay fiabilidad atrás, arriba la presión decrece y las decisiones son más sabias (32-22, minuto 48).

De ahí al final el Ademar se gustó, Gordo tiró de rotaciones y la fiesta se trasladó de la pista a la grada.

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