«En un Mundial es difícil influir en los árbitros, a la mínima que fallas, te crujen»
—¿Vas a ver los partidos del Ademar o del Cleba?
—Sí, me gusta ir.
—¿Cómo lo vives ahora desde fuera?
—Siento que el ambiente ha cambiado, cualquier tiempo pasado te parece mejor. El ambiente de antes era de presión y ahora lo percibo todo más frío.
—Supongo que tú viviste la presión del público del Palacio en tus propias carnes cuando arbitrabas.
—Faltan peñas, que las hay en muy pocos sitios ya, esos son los que despertaban al público. Es una cuestión de espacios, no tiene nada que ver el balonmano de Francia, Alemania y otros países de Europa con España. Allí es una cultura, hay tiendas, comes en el pabellón, hay prepartido, post... Ahora quieren imitarlo, y me parece genial, pero quizá vamos tarde. Hay que sacar a los chavales de casa y la culpa principal es de los padres. Muchos chavales no han probado nunca un deporte.
—¿Hay posibilidad de que también acudas como delegado internacional a los Juegos Olímpicos de París en 2024?
—Podría darse, sí.
—¿Dónde ves a España en el Mundial?
—Creo que llegando a cuartos, más allá lo veo complicado. A partir de ahí son Guerreras, puede pasar cualquier cosa.
—¿Va a influir el arbitraje en los países organizadores?
—En estos campeonatos no, hay muchísimo control y a la mínima que un árbitro se equivoca, te crujen. En Europa y en España la presión es enorme y eso puede influir, pero en estas citas no.