El Barcelona deja helado al Ademar
El enésimo día de la marmota. Eso es lo que vivió el Abanca Ademar una vez más en su partido contra el Barcelona (25-39), un mal trago que todos los mortales deben pasar y que deja pocas cosas positivas para los leoneses, si acaso la entrega defensiva y la buena actitud de toda la plantilla. Poco más. El resto, como el matón de colegio que abusa del pequeño de la clase. Nielsen estuvo sobresaliente en portería y Richardson en ataque. Por los de Gordo, bien Saeid y Milosavljevic. En el debe, apurar más los pasivos —sobre todo en la primera parte— para restarle posesiones fáciles a los catalanes, más calma al lanzar y una mejor versión de Rodrigo y Juan.
Y eso que el partido comenzó vibrante para Ademar, con intensidad, buenas transiciones y paciencia para buscarle, si es que eso es posible, las cosquillas defensivas al Barcelona (2-2, minuto 5). Tremendo cómo basculan los de Ortega. Y como la alegría suele durar poco en la casa del pobre, Richardson tomó el mando de las operaciones en ataque para poner la primera máxima de la tarde (3-6).
Puede que la guerra estuviese perdida de antemano, pero hay algo que no se le puede negar a los de Gordo y es la actitud con la que saltaron a pista y, aunque en ataque se precipitaron más de la cuenta, atrás sí que se notó mayor compromiso, aunque el entrenador de Pucela tuvo que pedir tiempo muerto en el 12 con un peligroso 4-8 ya en el marcador.
Y capítulo aparte merece lo de Nielsen. El guardameta culé se aclimató a la perfección al frío de un Palacio de hielo, sin calefacción y sin fecha para el final de las obras. Pero parece que al Ayuntamiento no le corre prisa. Sabían desde el curso pasado que la reforma debía hacerse, pero no previeron los daños colaterales. Y ojo porque hablando de porteros, Saeid tampoco desentonó en una cita harto complicada. Aún así, con grandes porcentajes de acierto de ambos, al minuto 18 el encuentro carecía ya de mucho interés (7-13).
Fue ahí donde la libreta de Gordo dibujó un ataque con dos pivotes y el recién recuperado Popovic metió su primer tiro. Y luego el clásico ataque con 7 que acabó mal para Ademar, con gol a portería vacía de Nielsen. De hecho, la aventura acabó con 1-4 de parcial y bronca del público al banquillo leonés.
No fue su día
Rodrigo, que falló sus dos lanzamientos, evitó que la sangría del Barcelona fuera menor antes del descanso, pero la cruda realidad es la que es (11-23) y treinta minutos de agonía que quedaban por delante.
Y como no había otra que competir, el Abanca Ademar salió concentrado, ahora sí apurando más el pasivo e incluso recuperando para salir a la contra ante un rival que visto el resultado no iba a poner excesivas pegas a alguna licencia local de vez en cuando. Pérez de Vargas sustituyó a Nielsen bajo palos y el nivel de acierto se mantuvo intacto (15-27, minuto 38).
Carlos Álvarez está empeñado en hacer olvidar a Antonio Martínez, sobre todo en el aspecto anotador y, aunque está claro que son dos formas muy distintas de afrontar los ataques, poco a poco se va soltando y pareciendo al internacional júnior que necesita este equipo (19-31, minuto 45). Eso sí, dejó dos lanzamientos errados en cada tiempo. Uno a la contra en la primera mitad y el segundo desde la línea de siete metros en la segunda. Pero, a pesar de ello, rozó el notable el joven extremo.
Turno para rotar
Ortega, como no podía ser de otra forma, tiró de banquillo y Gordo hizo lo propio. Oliveira dejaría el golazo de la tarde desde los nueve metros con un misil a la escuadra y Darío y Miñambres grandes pases para anotar desde la banda. Gran actitud, insisto, del Ademar todo el encuentro, y eso, visto el gigante de otra Liga que tenían enfrente, es de agradecer. Ahora toca centrarse en cerrar la primera vuelta de Liga con tres victorias ante Torrelavega, Valladolid y Logroño.
Una mini Liga hacia la Copa
Y es que los de Dani Gordo tienen aún tres partidos por delante para intentar meterse en la Copa Asobal —rebautizada como Copa de España—. Es complicado y dependen de otros resultados, pero ante todo de sumar los seis puntos que todavía están en juego.
La primera parada será este domingo en Torrelavega, que no está pasándolo bien en esta primera parte de la temporada, lejos de ser el equipo revelación del curso pasado, aunque con solo dos puntos menos que los leoneses (10). Luego el derbi en casa contra Valladolid, justo el equipo que ahora mismo ocupa la cuarta plaza de Liga y finalmente otro examen de altura en Logroño. Ese es el reto.