Una temporada irregular y atípica
La perdiz mejora un panorama que se presentaba nefasto, la liebre también se deja ver aunque sin estridencias y el conejo mantiene el tipo, aunque no como se esperaba
La temporada de caza menor en la provincia leonesa está resultando irregular hasta el momento. DL
La temporada de caza menor va camino de cumplimentar su segundo mes de actividad. Y con otro por delante para completar un calendario hábil que el 28 de enero de 2024 bajará el telón en la Comunidad con un balance que a día de hoy está marcado por su irregularidad.
Con la climatología marcando el paso en ciertos aspectos, las tres piezas estrella de la caza menor no se están comportando de igual forma en este ejercicio. En el caso de la perdiz los augurios no eran buenos y las primeras jornadas lo confirmaron de una manera clara. Una circunstancia que según sea la zona a valorar ha ido mejorando, no para tirar cohetes, pero sí para que los cazadores puedan al menos en alguna de sus jornadas de actividad, otear algún ejemplar e incluso poder cobrarse la pieza. Para alegría propia y de los perros que sin duda alguna disfrutan cuando tienen que aportar su buen hacer.
A fe de que aún quedan unas semanas por delante se puede decir que el número de ejemplares de este ave es mayor que el del ejercicio precedente. No es un consuelo pero sí una posible tónica que puede tornarse en positiva para los próximos cursos. Lo que sí se puede decir también que una cosa es poder dar con la perdiz y otra tener la pericia y a veces cierta pizca de suerte para que esta no sea tan ‘arisca’ y de la alegría pueda pasarse a cierta decepción.. Su presencia si es constatable pero parece que algunas de ellas se tienen ‘aprendidos los días de caza’ y se muestran huidizas.
La liebre parece que también ha mejorado y en alguna medida ha convertido los negros nubarrones que se cernían sobre ella en tonos grises con algún rayo de sol, especialmente en zonas como Tierra de Campos o en el monte bajo. Algún ejemplar ha aparecido y también alguno de los cazadores que lo han intentado han tenido el premio que esperaban. Tampoco para convertir esta situación en una satisfacción plena pero sí para al menos ilusionarse con la posibilidad que una población bastante diezmada de liebre al menos pueda, aunque sea poco a poco, recuperarse.
Y si el conejo apuntaba a ser la tabla de salvación no lo está siendo tanto. Con diferentes condicionantes y también asentado de manera irregular a lo largo y ancho de la provincia lo que se esperaba fuera una presencia rozando el aprobado alto se ha quedado en ese, aprobado pero raspado. Eso sí, no se puede generalizar ya que en algunos lugares su presencia es escasa mientras que en otros alcanza el aceptable e incluso llegando a una perspectiva más favorable.
Y hablando también de la becada la valoración se acerca a una nota más que destacada con una buena entrada de ejemplares lo que está haciendo que los cazadores que apuestan por ella se estén divirtiendo. Ahora queda que la situación no vaya a peor y que las casi seis semanas que quedan el panorama mejore.
O al menos no empeore.