La Cultural es un valor al alza tras un largo lustro de fracasos
La Cultural sigue ilusionando a León con un Raúl Llona y una plantilla que siembran la unión y los buenos resultados en unos momentos en los que el culturalismo vuelve a la realidad más esperanzadora tras unos dolorosos años en los que el club caminaba directo al abismo.
Natichu Alvarado, natural de Riaño, con una destacada carrera profesional en la dirección y gestión de grandes empresas en el sector financiero, sanitario y deportivo, desde que tomó el mando en la Cultural y Deportiva Leonesa, tras la salida de Felipe Llamazares, ha sabido reconducir al club a la cima en las diferentes divisiones y modalidades deportivas, como coincidieron en analizar en 'El VARDiario de León' los tertulianos Óscar Díez, Raúl Castro y el protagonista de hoy, Pepe Estrada, un hombre que es santo y seña del baloncesto leonés de toda la vida, en una tertulia deportiva moderada por Ángel Fraguas.
Del ridículo de salvar la categoría de Primera Federación en la última jornada ante el Talavera a situarlo en las posiciones de cabeza de su grupo, del descenso consumado del filial Júpiter Leonés que se evitó por la amplitud de equipos en la categoría ordenada por la Federación a colocarlo a la estela del líder Real Ávila, además de la marcha intratable de la Cultural Baloncesto que encabeza la Liga EBA en su grupo AB con 12 victorias en la docena de partidos disputados hasta la fecha en Liga, más y mejor no se puede pedir al escaso medio año que lleva la consejera al frente de la sociedad anónima deportiva leonesa, propiedad de la Aspire Academy, perteneciente al gobierno de Catar.
Y es que las formas de Natichu Alvarado y su actitud para afrontar un nuevo proyecto al frente de la Cultural se ha caracterizado por la normalidad y la ausencia de protagonismo, para volcarse con las exigencias de un club que por nombre, historia y fuerza de una afición llena de orgullo a su parroquia.
Es el mejor momento para mantener la calma desde los despachos y trabajar única y exclusivamente por el bien de la entidad y dejarse de protagonismos sin sentido e intereses particulares que en los últimos años sólo han conducido al desánimo y a que la afición estuviera harta con la gestión y las formas de organizar un club que navegaba a la deriva.
El descanso navideño será el mejor momento para cargar pilas y pensar en que lo mejor aún está por llegar, con el añadido de que el gordo de Navidad ya ha tocado a León y a los leoneses con el premio de devolverles la ilusión por su equipo de fútbol.