Raúl Llona: «Aquí lo que cuenta es ganar y tener el respaldo de los que mandan»
Raúl Sáenz del Rincón, más conocido como Raúl Llona (Logroño, 1976) analiza la primera vuelta de la Cultural en el Grupo I de Primera Federación. Un balance con los culturalistas en la tercera posición de la tabla a dos puntos del líder, la SD Ponferradina, y a uno del Celta Fortuna. El entrenador riojano afirma que la pauta a seguir va a ser la misma que la que se ha adoptado hasta este momento: «Mejorar en el día a día y seguir ganando afición».
—¿Pensaba cuando llegó a la Cultural que el equipo estaría al final de la primera vuelta en la zona play off y aspirando a la primera plaza del grupo?
—Siempre hemos tenido confianza en el trabajo que íbamos a desarrollar y siempre hemos confiado en que ese trabajo diera sus frutos. El poder cuantificar esos frutos era difícil. Lo que sí es verdad es que estoy altamente satisfecho de lo que estamos consiguiendo y teniendo muy claro que todavía queda mucho por hacer.
—¿Qué línea ha adoptado para llegar a la situación actual?
—Uno de los objetivos que teníamos claros al llegar, viendo la situación por todo lo que nos contaban y que también llegamos a ver nosotros, era crear una identidad muy fuerte como equipo, que fuera un reclamo para nuestra afición y la ciudad. Y a partir de ahí ir de la mano, para tratar de ganar gente, porque todos somos conscientes que el equipo está muy bien, pero cuando tiene una afición volcada detrás eres mucho más fuerte. En ese sentido lo estamos consiguiendo para ser más fuerte como club. Tenemos camino por recorrer, pero creo que estamos en el itinerario correcto.
—¿Pensaba que esta entidad en líneas generales era como es?
—Me he encontrado con un club y una infraestructura muy potentes, con gente muy cualificada y que además tiene un punto muy importante, el sentimiento por el club. No es un simple trabajador que llega, hace su trabajo y se va. Aquí en la Cultural hay mucha gente que está muy implicada a nivel emocional y sentimental. También vimos al llegar que había cierta decepción por los resultados de los últimos años. Para cambiarlo, entre todos hemos arrimado el hombro para meter energía y fuerza para arrastrar a la gente, con el afán de que te siga cada vez más. Estamos viendo que la respuesta es muy positiva.
—¿Qué es lo que más le ha sorprendido desde que llegó?
—Es la confianza y la tranquilidad con la que nos están dejando trabajar. Sabíamos que veníamos a un club muy potente y que se nos transmita esa confianza es de agradecer, porque si echas la vista atrás y ves un poco la presión de lo que ha sucedido con los entrenadores en otras temporadas te genera por lo menos esa posible incertidumbre. Pero nada más lejos de la realidad, porque desde el minuto uno hemos sentido esa confianza y ese refuerzo en el trabajo que estamos haciendo.
—¿Pensaba que esta plantilla iba a ofrecer el rendimiento que está ofreciendo?
—Ahí sí estaba seguro. Se hizo en verano un trabajo muy duro en cuanto a información de perfiles personales y humanos sobre los jugadores que nos podían interesar. Primero comenzando por lo deportivo, habiendo trazado unos perfiles muy interesantes para nuestro sistema de juego. Cuando el club confió en mi como entrenador es porque tengo un modelo de juego determinado y para ese modelo de juego hacen falta una serie de jugadores con unas condiciones y unos perfiles idóneos. En ese sentido, José Manzanera me lo puso muy fácil. Enseguida comenzamos a desarrollar perfiles. Con toda la dirección deportiva que participó se hizo un trabajo muy exigente. Una vez definidos los nombres, fuimos a ver esos perfiles humanos, con una gran labor de información para saber qué tipos de jugadores y de personas íbamos a traer. Luego ya quedaba la última parte, la de negociación, que esa ya es exclusiva de la dirección deportiva. Entonces en ese momento ya teníamos confianza en todos los futbolistas que han venido a la Cultural. Sobre todo hemos formado un gran grupo humano, que es el valor más importante y una buena piedra de base para afrontar la temporada.
—¿Hay en la Cultural esa presión que lleva implícita?
—Yo no lo he sentido así, pero porque no sé si es virtud o defecto mío. Tengo muy claro cuáles son las reglas de mi trabajo, de mi profesión y de este juego. Aquí lo que cuenta es ganar y lo que necesitamos los entrenadores para poder ganar es ver que nuestro proyecto y nuestro día a día tiene esa confianza y ese respaldo de la gente que manda. Mientras eso sea bueno y se haga en la línea de lo que te han pedido, entiendo que hay que dejar trabajar al profesional, porque es el que está cualificado. No tiene una varita mágica para de la noche a la mañana hacer milagros. Cuando eso sucede normalmente todo va bien. Tenemos múltiples ejemplos en la categoría, cuando equipos que han iniciado proyectos y a la primera de cambio han dado volantazos no les ha ido bien. Y sin embargo otros equipos que han tenido esa tranquilidad y han confiado contra viento y marea en algunos casos, al final han tenido premio. No noto presión diferente aquí en la Cultural a la que sentía en la SD Logroñés. Con independencia de las herramientas que tenga, sé que tengo que ganar.
—¿Cuál es el factor que ha sido clave para que la Cultural se encuentre consolidada en la parte alta de la clasificación?
—Sobre todo al perfil de personas que hemos traído. Está muy bien que tengan condiciones de futbolistas y determinados perfiles deportivos, pero estamos hablando que al final todos somos personas. Hemos metido en ese vestuario y en esa coctelera en el día a día a cerca de cuarenta personas que estamos conviviendo, cada uno con nuestras rarezas, cada uno con nuestras alegrías, tristezas, penas... Y el que seamos capaces entre todos de formar esa gran familia sabiendo que cada uno en un momento dado pueda equivocarse, acertar, estar más contento o menos, con sus problemas personales o cualquier situación, que entre todos hagamos esa piña para mí es un valor fundamental. Todo eso en el vestuario, unido a que el día a día a nivel deportivo tenga una exigencia máxima es lo que entiendo que son ingredientes para que esa pócima pueda salir bien.
—Ya a un nivel más personal, ¿hay algún jugador que le haya sorprendido más gratamente de lo que esperaba de él?
—Ahí te diría que no. A todos los jugadores que hemos traído, y cuando te digo todos me refiero al 95% de los futbolistas que han llegado a la Cultural, ya los conocía bien. Al restante 5% lo dejo porque es verdad que conocía a algún jugador, como es el caso de Víctor, que tenía un conocimiento de él, pero no amplio, aunque la dirección deportiva sí y por eso lo fichó. De los demás teníamos un conocimiento exacto, bien porque había jugado contra ellos, bien porque los he tenido o por otras razones. Por ello, sabía que estos jugadores iban a dar conmigo su mejor versión. En ese trabajo estamos, porque creo que hay jugadores que aún no se ha visto esa mejor versión suya, aunque tengan un nivel muy alto, pero creo que pueden dar más. No he tenido ese factor sorpresa, porque desde el minuto uno confiaba en ellos.
—¿Conociéndolos tan bien como dice, teme un bajón en esta segunda vuelta de Bicho, Kevin Presa, Barri, Víctor García, Martín Solar...?
—Está claro que los jugadores que nombras son importantes, pero creo que sería injusto remarcar sólo a esos futbolistas que están jugando, porque bien es verdad que ha habido otros compañeros en esta primera vuelta de la Liga que no han participado tanto o que entran y salen en función de mis decisiones, y que cuando saltan al campo están perfectamente capacitados. No han tenido esa continuidad porque yo no se la he dado, pero no porque ellos no estén preparados. Por ello, en ese sentido tenemos esa tranquilidad de que a nivel colectivo puede haber algún bajón en forma de algún resultado que no se dé tan positivo, aunque a nivel individual sabemos que hay jugadores que están preparados para poder suplir en un momento dado a otros que igual ahora están teniendo más continuidad. Además, también hay que tener en cuenta que en una Liga de 38 jornadas es difícil que un jugador tenga un rendimiento óptimo durante toda la temporada. Siempre hay un pico o algún altibajo. Estamos preparados con otros compañeros para poder soportar que algún jugador pueda sufrir algún bajón.
—¿Le gusta construir los equipos de abajo para arriba?
—Igual sorprende lo que digo. Lo primero que montamos fue el plano ofensivo. Es nuestro modelo de juego con balón. Soy de los que piensan que cuando estás ordenado para atacar ya tienes muchas posibilidades de defender bien. La prueba es que cuando hemos dominado los partidos con el balón, sobre todo en campo rival, cuando tenemos la pérdida estamos ya muy preparados para poder robar. Eso provoca que el contrario no tenga tiempo, espacio para correr o no pueda golpear. El tener ese orden ofensivo nos va a posibilitar que seamos mucho más fuertes a nivel defensivo. Eso en un primer momento. Y luego en un segundo momento, creo que un equipo que aspire a grandes objetivos no puede encajar goles. Y ello pasa por no conceder ocasiones.
—La irrupción del canterano leonés Rodri Suárez es de destacar porque Guitián y Coch estaban llamados a ser titulares...
—Seguramente. Por experiencia y trayectoria son jugadores muy importantes para nosotros, sobre todo a nivel de vestuario también. El hecho de que Rodri haya tenido la oportunidad y la haya aprovechado me encanta. Me lo ha facilitado mucho, porque su nivel es muy alto. Que sea de la casa hace que se convierta en muy buen representante de la ciudad y culturalista a muerte.
—¿Tras las llegadas de Luis Bilbao y Fabio Blanco habrá más movimientos en este mercado?
—Quedan 15 días de mercado y la dirección deportiva sigue trabajando. Nadie nos ha comunicado que quiera salir. Lo único a valorar es que pasa con el portero Salvi.
—¿Y un delantero?
—Confío en Guillermo, Escudero y Dorian.