«Trabajo para que Loeb sea campeón del Dakar»

«Ilusionado» y «expectante». Así se muestra Raúl Arteaga a poco más de 24 horas para que concluya su primera participación en el Dakar. Llegó como mecánico del Tibau Team con el objetivo de colocar su camión entre los quince mejores de la general, pero una descalificación les dejó fuera de carrera, aunque no del rally ya que el mecánico de Laguna de Negrillos pasó entonces a asistir a Sebastian Loeb, que ahora mismo está segundo a una distancia aún alcanzable de Carlos Sainz. «Trabajo para que Loeb sea campeón», señala a este periódico.

Insiste Arteaga en que esta primera participación le está resultando una aventura «maravillosa» donde no solo disfruta sino que aprende nuevas cosas a nivel profesional. «Ahora sé mucho más de reglajes o por ejemplo de cómo mejorar la suspensión del vehículo para que vaya más deprisa», entre otras muchas cosas. También ha habido momentos «muy duros» que por momentos le han superado. «Estoy acostumbrado a la presión, eso no me asusta, ni tampoco el hecho de tener que improvisar porque ya me ocurre en el día a día de mi trabajo como mecánico, pero el hecho de quedarnos fuera de carrera me dejó bastante tocado», admite.

Como parte capital del equipo de Loeb, la labor de Raúl es asistirle en carrera. «Le ayudamos con el camión en todo lo que pueda necesitar. Nos colocamos en los enlaces de cada etapa, que suele haber tres y se sitúan en los pasos de las carreteras. Desde allí si pincha o tiene algún problema nos trasladamos para echarle una mano».

Mano derecha de Loeb

Del piloto francés, ahora que lo ha conocido en profundidad, solo puede decir cosas buenas. «Es muy tímido y reservado, controla cada detalle, pero es una buena persona y te ayuda en todo. Tengo una gran amistad con él».

Una de las cosas que más le está impresionando es la profesionalidad que rodea a toda la competición. «Está muy bien organizado, con un control exhaustivo de todo y muchas medidas de seguridad. Ten en cuenta que se producen numerosos accidentes en cada etapa y trabajan para que ningún detalle se escape. Es una experiencia increíble».

Todavía no ha terminado la presente edición, aunque Arteaga ya planea futuras participaciones. «Quiero volver a competir el próximo año y estar en otro T-5». Pero, puestos a soñar, lo que de verdad le motiva es plantarse algún año con su propio camión. «Ese es mi sueño y voy a trabajar en ello».

Un taller de competición

El paramés cuenta con dos talleres en Laguna. «Uno de ellos lo quiero dedicar por completo al mundo de la competición». El Dakar le ha conquistado, quiere dar un paso más allá después de esta primera incursión con el Tibau Team y luego como asistente de Loeb, entre otros pilotos a los que ha prestado ayuda desde que inició la prueba.

«Aprendes de todo, de lo bueno y también de lo malo. He conocido a mucha gente aquí, me llevo mucha experiencia que pondré en práctica en mi día a día. Creo que tenemos tiempo para que Sebastian pueda alcanzar el triunfo final», concluye.

El francés deseó ayer que en la etapa de este jueves pueda dar el zarpazo a Sainz. «Esperemos que tengamos la oportunidad de adelantar. Será difícil, una etapa con muchas piedras y mucho riesgo de pinchazos», remarcó anoche Loeb. De momento, antes de esta penúltima etapa la diferencia con Carlos es de trece minutos. El piloto español parte con ventaja, pero ni mucho menos lo tiene asegurado.