La desidia municipal llega al Ventas Oeste
El pabellón municipal presenta un aspecto lamentable, con lunas rotas desde hace años a las que ahora se añaden suciedad en las zonas comunes y vandalismo. Su mal estado se suma a otras instalaciones de León como la Palomera o el CHF
polideportivo | otro ejemplo de mala gestión
La porquería y el escaso mantenimiento se extienden por los pabellones y las instalaciones municipales de la ciudad desde hace años en un mal endémico que nadie dentro del Ayuntamiento de León ataja. A la Palomera o el CHF —que hace apenas unas semanas no contaba con agua caliente— se suma ahora el Ventas Oeste, hogar oficial de la cantera del Ademar desde hace algunas temporadas —también alberga otras actividades— y cuya suciedad en las zonas comunes ha terminado con la paciencia de algunos de los usuarios.
«Las condiciones en cuanto a su limpieza, mantenimiento, orden y seguridad dejan mucho que desear, están echas un asco», se quejan algunos de los padres que llevan a entrenar allí a sus hijos. Una dejadez en cuanto a lo que higiene y salubridad se refiere que afecta tanto a la cancha, vestuarios, baños, asientos como a uno de los laterales del pabellón municipal, cuya cristalera está totalmente llena de grietas y roturas. En ese caso, el vandalismo hizo que esa parte del Venta Oeste presente esa deplorable imagen casi desde su inauguración.
Al parecer, la gestión de la limpieza de esta instalación corre a cargo del Ayuntamiento, aunque fuentes consultadas por este periódico subrayan que en realidad cuando le cedieron el Ventas Oeste al Ademar iba incluida también la limpieza del mismo. Desde el club, sin embargo, consideran que es cosa de ambos. Sea como fuere, el escaso personal de limpieza —que ha de encargarse en una misma jornada laboral de otras instalaciones deportivas— hace imposible que dé tiempo a mantener el pabellón en unas condiciones óptimas y dignas.
Otro gran problema de este pabellón municipal es el vandalismo que sufre, algo que todo el mundo conoce dentro del Ayuntamiento —ha habido numerosas quejas— sin que se ofrezcan soluciones efectivas. Hace solo unos días que apareció al menos uno de los extintores de incendios vacíos y con todo su gas interior —que se solidifica cuando se descarga— extendido por baños y zonas comunes. Tampoco la pista está en las mejores condiciones para su uso tanto en entrenos como en los partidos. Un ‘pan nuestro de cada día’ del que nadie se responsabiliza con efectividad.